Errores más frecuentes en la reforma de viviendas

Equivocar el presupuesto, prescindir de la licencia de obra o seguir ciegamente las tendencias del mercado son errores comunes en reformas integrales en casas en vigo, Madrid, Bilbao y otros municipios. Estas malas prácticas acarrean un coste en tiempo y dinero que puede evitarse con una planificación adecuada.

Al presupuestar una reforma, apuntar demasiado bajo puede ser contraproducente. Con este enfoque, se corre el riesgo de que la calidad de los materiales o la profesionalidad en los responsables de la obra pase a un segundo plano, en detrimento del resultado final, sin mencionar los posibles retrasos que puedan encarecer una obra gestionada por manos inexpertas.

Dejarse llevar por las tendencias y modas del mercado puede ser una equivocación, aunque en sí mismo pueda parecer inofensivo. Las revistas de decoración alientan a sus lectores a buscar su inspiración en Pinterest y otras plataformas. Sin embargo, las ideas que funcionan en una vivienda, pueden acabar en desastre en otra. Mostrarse prudente en este aspecto es lo más inteligente, más aún considerando que la estética no lo es todo.

De hecho, priorizar los intereses estéticos frente a las necesidades o funciones requeridas es otro fallo habitual al reformar. A la mayoría de los inquilinos y propietarios les entusiasman las estancias de doble altura, los sofás con chaise longue, las paredes forradas de madera, las cocinas abiertas, etcétera. Pero estas soluciones pueden desviarse de las necesidades reales del propio hogar.

Para economizar una reforma, es preferible no disminuir en exceso la partida de gasto correspondiente a los materiales. De lo contrario, se restaría vida útil a los cambios realizados, lo que obligaría a acometer una nueva reforma después de cinco o seis años.

La burocracia es engorrosa, y la relativa a reformas inmobiliarias no es una excepción. Sin embargo, la obtención de licencias y permisos de obra no es opcional. Los interesados deben informarse de la legislación de su CC. AA., para evitar incurrir en ilegalidades.

La reforma más costosa

Un día, recibí una llamada de mi tía abuela. Me dijo que había encontrado un antiguo álbum de fotos con imágenes de mi abuelo cuando era joven. Me pidió que fuera a su casa para verlo y de paso me dio un sobre. Cuando llegué a su casa, abrió el sobre y me sorprendió con un cheque con una cantidad considerable de dinero. Me explicó que era una herencia de mi abuelo para mí. No podía creerlo, ¡era una suma de dinero increíble! Después de pensarlo durante unos días, decidí utilizarlo para hacer una reforma integral de mi piso en Vigo.

 

Contacté con varias empresas de reformas integrales de casas en Vigo para obtener presupuestos. Al final, elegí una que parecía seria y profesional. Estaba emocionado de comenzar la obra, pero también un poco preocupado por el proceso. Decidí mudarme temporalmente con mi mejor amigo para evitar el polvo y el ruido de las obras.

 

El primer día de la reforma, llegué al piso temprano por la mañana para recibir al equipo. Me saludaron amablemente y comenzaron a trabajar. Unos días después, cuando fui a visitar la obra, me di cuenta de que algo andaba mal. Los trabajadores habían colocado los azulejos en la pared de la cocina dejando una gran mancha de pegamento. Además, habían pintado el techo del baño con un color que no era el que habíamos acordado. Me alarmé y les dije que eso no era lo que habíamos acordado. El encargado se disculpó diciendo que habían cometido un error y que lo arreglarían.

 

Pasó una semana más y fui a ver la obra de nuevo. Esta vez, todo parecía estar bien, excepto por una cosa: habían colocado el inodoro en un lugar incorrecto. No podía creer que esto hubiera pasado. Les dije que si no lo arreglaban me vería obligado a cancelar el contrato. Al final, tuvieron que desmontarlo y volver a colocarlo en su lugar correcto.

 

La reforma integral de mi piso en Vigo estaba resultando ser más costosa de lo que había imaginado. Me estaba quedando sin dinero rápidamente. Aunque estaba molesto, decidí no estresarme demasiado y disfrutar del proceso. Después de varias semanas de trabajo, finalmente llegó el día de la inauguración. Invité a mi familia y amigos más cercanos para celebrar la terminación de la obra.

 

El resultado final fue espectacular. La reforma integral de mi piso en Vigo había valido totalmente la pena. Todos los invitados estaban impresionados con el trabajo realizado y yo estaba feliz de haber hecho algo tan grande con la herencia de mi abuelo. Además, había aprendido una valiosa lección sobre cómo escoger a la empresa adecuada para las reformas integrales de casas en Vigo.

 

En resumen, la experiencia con la reforma integral de mi piso en Vigo no fue precisamente fácil. Pero, al final, todo salió bien y aprendí mucho. Definitivamente, no recomendaría hacer una reforma integral sin antes investigar bien la empresa que se encargará de realizar el trabajo.

El baño, una reforma importante

La reforma del baño es la segunda obra más importante del hogar tras la de la cocina. Normalmente, son las dos estancias en las que más se invierte porque una vez que se reforman, se hace a fondo. Si se quiere cambiar el cuarto de baño, lo normal es que sea una reforma integral en la que los especialistas en reformas de baños vigo empiezan por tirar todo lo que hay en la estancia, incluso los alicatados y suelos. Una vez que la habitación está totalmente desmantelada, comienza a decorar desde cero.

Esto permite realizar cambios, como mover el lavabo o la bañera de sitio. El WC también puede moverse, aunque suele ser algo más complicado debido a que hay que contar con el punto de conexión para el desagüe. Es importante realizar un buen diseño del baño para que se pueda aprovechar bien el espacio y dar el máximo de comodidad para toda la familia.

Antes de comenzar las obras, se debe de tener claro qué es lo que se quiere y solicitar varios presupuestos. Es importante solicitar un presupuesto que separe lo que es mano de obra de los materiales para saber exactamente dónde están las diferencias entre una empresa y otra. Una vez elegidos a los profesionales, hay que marcar claramente la fecha de inicio y la de finalización. Esta debe de constar en el contrato.

Si vas a cambiar el baño, aprovecha para renovar las tuberías de la casa, al menos todas las que sea posible cambiar. Escoge materiales de buena calidad para este fin y así te evitarás muchos problemas en el futuro.

Si tienes tiempo, visita lugares de material de construcción y elige tú los suelos y alicatados que quieres, así como las piezas para tu baño. Una vez elegido todo, puedes mostrárselo al constructor antes de cerrar la compra a fin de que te dé su consejo profesional. Algunos constructores pueden ofrecerse a comprar los materiales consiguiendo mejores precios, pero la mayoría no ponen problema si compras por tu cuenta.

Asegúrate de que todo queda perfectamente antes de acabar de abonar las facturas. Lo habitual es dar un pago inicial, otro a mitad de obra y otro al finalizar la misma. Así, siempre tendremos la seguridad de que van a continuar con el trabajo con el mismo interés con el que lo han comenzado y no nos dejarán a medias para acudir a otras obras.

La casera que leía periódicos de economía

Se cumplía un año de nuestro contrato de alquiler y recibimos una llamada de la casera. No es lo habitual que llame, suele informar por WhatsApp, así que nos extrañamos. La chica nos caía bien, no parecía la típica casera que pelea por la última peseta, como hacen la mayoría, o al menos esa es la experiencia que he tenido hasta ahora con 5 ó 6 arrendadores.

Se supone que nos llamaba para una pequeña reforma piso. Cuando entramos en esta casa, nos dijo que tenía intención de cambiar la placa de la cocina, que era de gas, por una cocina de inducción, más moderna y ahorrativa. A nosotros nos pareció bien, aunque le dijimos que tampoco nos corría prisa: no queríamos tener obra en casa, aunque fuese pequeña, nada más entrar en ella.

Así que la cosa se fue dejando hasta que pasó un año. Cuando le cogí el teléfono esperaba que me  comentase algo de la cocina que ya tocaba. Y, efectivamente, me dijo que había estado mirando placas y que ya tenía más o menos decidido lo que iba a poner, que estaba muy bien, etc. Le pregunté, para estar preparados, que para cuándo calculaba que sería la reforma piso, pero echó balones fuera, como se suele decir.

Y cuando ya iba a colgar, dijo: “un momento, quería comentaros otra cosa, si tienes un segundo”. Aquello no sonó nada bien, pero no tenía idea de por dónde iban los tiros, así que escuché: “mira es que me he estado informando. Me gusta mucho estar al día, leo mucho periódicos de economía y he visto que en la zona en la que tengo este piso, el vuestro, se están revalorizando mucho las viviendas…”. Y entonces ya supe la bomba que quería soltar. No me hizo falta seguir escuchándola para saber que nos quería subir el precio del alquiler… ¡solo un año después de firmar el contrato!

Mientras yo enrojecía de cólera, traté de controlar mis nervios y decirle a todo que sí. Necesitaba confirmar el dato con el contrato delante… que no había vuelto a leer desde que lo firmamos. Y efectivamente, según ponía el contrato, no se podía alterar el alquiler hasta que no pasaran dos años más… ¡Lista!

Los gemelos reformadores

Mi mujer es una fanática de los programa de televisión sobre reformas de casas. Cuando yo me levanto por las mañanas de los fines de semana, con los ojos a medio abrir y con medio cerebro todavía durmiendo, entro en el salón y ya está puesto en la tele el canal de los programas de reformas. Desde las 9 de la mañana hasta que el cuerpo aguante: todo el día viendo a tipos tirando tabiques abajo y batallando con amianto.

En uno de esos programas salen dos gemelos que se están haciendo un nombre en la televisión española, siendo ya estrellas en Norteamérica (especialmente en Canadá, de donde son oriundos y el origen de muchos de estos programas de reformas). De hecho, tienen más de un programa, aunque yo solo recuerdo el título de uno: La casa de tus sueños… o algo así.

Uno de los gemelos es el reforma casa, siempre va con su camisa de cuadros y su cinturón de herramientas. Aunque lleva el pelo un poco más largo que su hermano, nunca se despeina y, por supuesto, ni una mancha en sus camisas a pesar de que se pasa el día encontrando deyecciones de ratas entre los tabiques de las casas.

El otro gemelo (Drew, hasta me sé el nombre) es el agente inmobiliario, siempre con una sonrisa irónica en el rostro, con trajes de dudoso gusto aunque entalladitos y con la asombrosa capacidad de convencer siempre a los clientes de lo que necesitan, aunque ellos quieran exactamente lo contrario cuando empieza el episodio.

Una de las particularidades de este programa es que los clientes colaboran con el gemelo reforma casa, ya sea descuartizando un espejo o echando abajo un armario. La mujer del matrimonio protagonista del episodio siempre descubre entonces su afición por destruir paredes con un mazo.

Que no digo yo que no sean programas entretenidos, se disfruta bastante viendo los casoplones que gastan los canadienses, haciéndonos creer que en ese país todo el mundo tiene una vivienda de varias plantas con sótano. Pero al final todos los programas son muy similares. Mi mujer no opina lo mismo, por supuesto…

MUDARSE AL PUEBLO

Cada vez hay más gente que prefiere irse a vivir a los pueblos, ya sea para volver a repoblarlos o por la tranquilidad que se respira en los pueblos. Pero para ello hay que reformar las casas familiares que se están derrumbando, y casi todos empiezan por reformar cocina, que es donde se pasa la mayor parte del tiempo en las casas de la aldea, por el frío que suele hacer en las aldeas en invierno, tener una cocina de hierro es esencial para poder estar caliente, una vez que se enciende la cocina de hierro ya nadie quiere abandonar la cocina. El problema llega cuando tienes que salir a la calle o tener que ir a dormir cada uno a su habitación, ya que fuera de la cocina por lo general la casa está helada. Mucha gente pone mantas eléctricas en sus camas para poder tenerlas calientes para cuando se vayan a acostar.

 

Una vez que te mudas para la aldea, no te queda más remedio que adaptarte a la vida tranquila del pueblo, algo que no todo el mundo es capaz de conseguir, mucha gente que está acostumbrada a vivir en la ciudad y a su estrés no se habitúan tan rápidamente como les gustaría. Tener que trabajar los campos que tenga cada uno es una tarea que hay que hacer, no vas a tener campos parados sin producir, eso sí hay que plantar cosas que no planten el resto de los vecinos, así después podrás hacer trueques con ellos, y todos estaréis contentos. porque si todos en el pueblo plantan las mismas cosas, al final no vas a dar a basto para poder consumir todo lo que produzcas, y venderlo por tu cuenta es bastante complicado.

 

Lo que sí hay que tener en casa en el pueblo son las viñas, ya que eso sí que no es difícil consumir, el vino en las aldeas lo beben como si fuese agua, y cada uno piensa que el vino que él produce es el mejor del pueblo.

 

Irse a vivir al pueblo no tiene precio, solo hay que tener una mentalidad más abierta que en la ciudad.

Consejos para explotar la zona exterior de tu restaurante

Un restaurante ya no es ‘solo’ un restaurante. Hoy en día, cada vez son más los locales de hostelería dedicados a la restauración que amplían su clientela a través de la organización de eventos, la coctelería, el afterwork, etc. Son conceptos más o menos nuevos que llegan para ampliar la idea que tenemos de un restaurante. Y en todo ello, la terraza juega un papel decisivo. ¿Cómo podemos explotar de forma certera la terraza de nuestro negocio?

Hace unos días aparecía en la prensa una noticia que hacía referencia a la presunta crisis que tienen los locales de copas que se ven amenazados por los propios restaurantes. La moda de los cócteles tiene mucho que ver en todo ello y el hecho de que los propios restaurantes cuentan con cartas de este tipo de combinados es lo que hace que los clientes no necesiten irse a un local específico para disfrutar de un buen gin-tonic. Y si es en una terraza, mejor que mejor…

¿Es mejor optar por  terrazas cubiertas para hosteleria? Hay que tener en cuenta que las terrazas abiertas son solo aptas para el verano. La climatología obliga a proteger a los clientes tanto por la posible lluvia como por el frío, por lo que elegir una terraza cubierta nos permite tener abierta la terraza todo el año. Para ello, existen soluciones como las cubiertas retráctiles que nos permiten abrir o cerrar según la época del año o la hora del día.

Pero antes de lanzarnos a la piscina con la terraza de nuestro local, es conveniente analizar dos aspectos fundamentales: la normativa y nuestro presupuesto. Para abrir una terraza es necesario contar con una licencia del ayuntamiento ya que en la mayoría de los casos ocuparemos suelo público. Y, por otro lado, hay que tener en cuenta que hay que analizar el presupuesto con el que contamos. Las terrazas cubiertas para hostelería son elementos con un precio considerable, y debemos estar preparados para aprovecharlas al máximo si queremos que no salga rentable.

Por último, la decoración y el mobiliario ocupan un lugar también decisivo. Saber diferenciarse de la competencia será un punto a favor a la hora de elegir nuestro negocio para cenar y tomar unas copas.

Rehabilitar el local: ¿sí o no?

Dicen que solo mirando el baño de un bar o restaurante ya puedes conocer qué tipo de local es. Por supuesto, me refiero a la limpieza del mismo, pero también a su diseño y a la calidad de los materiales. A veces, lo barato sale caro. Y ahorrar dinero en la construcción de los baños, puede ser un gran error.

Puedo poner un ejemplo elocuente. Un amigo llevaba bastante tiempo pensando en montar su propio local. Había tenido éxito como barman especializado en coctelería. Incluso recibió algunos premios. Cuando ahorró un poco de dinero se lanzó a la creación de un local propio. Tenía cierta fama en la ciudad, así que era una apuesta que podría funcionar. Y funcionó, pero tuvo que solventar algunos problemas con los que no contaba.

Aunque es un gran barman, no tiene mucha idea de decoración y diseño de interiores. Alquiló un local en el que estaba situado un bar de estilo tradicional. Por supuesto, había que cambiarlo todo. Pero él tuvo la ‘brillante’ idea de no reformar baño. Se trataba de pintarlo y arreglarlo pero dejarlo con el mismo estilo que tenía en el antiguo bar. Pensó que le daría un toque castizo a su bar ultramoderno.

Cuando nos lo contó, fruncimos el ceño. Podía tener sentido, pero el problema era que el resto del local iba a tener un diseño muy contemporáneo combinando piedra y madera. Y el baño iba en azulejos blancos de toda la vida. Tal vez a los clientes no les hiciese mucha gracia. Pero él estaba convencido. Además iba un poco justo de presupuesto y aprovechó para ahorrar en la reforma.

Cuando el local abrió sus puertas, fue un éxito. Su fama de coctelero en la ciudad le ayudó y en las primeras semanas se convirtió en una referencia en el barrio. Pero había un problema. Algunos clientes de confianza se acercaban al propietario y le decían: “se te olvidó reformar baño, ¿verdad?”.

El asunto tuvo gracia al principio, pero el barman empezó a darse cuenta que su idea había sido demasiado arriesgada. Y, por supuesto, terminó por adaptar los baños al estilo del resto del local.