Del Mar a tu Mesa con Calidad y Sabor

Las nécoras congeladas son un manjar delicioso que captura el auténtico sabor del mar. Estos crustáceos, conocidos por su carne tierna y sabrosa, son una elección popular en la gastronomía de muchos países. Sin embargo, para disfrutar plenamente de las nécoras, es fundamental encontrar un distribuidor de confianza que ofrezca productos de alta calidad y frescura, incluso cuando se trata de nécora congelada. 

La Apreciación de la Nécora Congelada

Las nécoras son mariscos apreciados en todo el mundo por su sabor distintivo y su carne tierna y dulce. Son versátiles en la cocina y se pueden preparar de diversas maneras, desde simplemente hervidas y servidas con una salsa de ajo y perejil hasta incorporadas en sopas y guisos de mariscos. La nécora congelada ofrece la ventaja de estar disponible durante todo el año, lo que te permite disfrutar de este manjar incluso cuando no está en temporada.

La Importancia de un Distribuidor de Calidad

La calidad es esencial cuando se trata de productos del mar, y las nécoras no son una excepción. Algunas razones clave para elegir un distribuidor de calidad incluyen:

  1. Frescura: Un distribuidor confiable se asegura de que las nécoras se congelen inmediatamente después de su captura para mantener su frescura y sabor. La frescura es esencial para disfrutar de la auténtica experiencia de la nécora.
  1. Procedencia: Los mejores distribuidores proporcionan información sobre la procedencia de las nécoras, lo que te permite rastrear de dónde proviene tu comida y garantizar la sostenibilidad de la pesca.
  1. Manipulación Adecuada: Un distribuidor de necora congelada de calidad sigue prácticas de manipulación de alimentos seguras y cumple con los estándares de higiene para garantizar que las nécoras lleguen a tu mesa de manera segura y sin contaminación.
  1. Variedad de Tamaños: Ofrecer una variedad de tamaños de nécoras congeladas te permite seleccionar las que mejor se adapten a tus necesidades culinarias, ya sea para un plato principal o un aperitivo.

Cómo Encontrar un Distribuidor de Nécora Congelada Confiable

Investigación en Línea: Comienza tu búsqueda en línea. Utiliza motores de búsqueda y directorios de distribuidores de mariscos para encontrar opciones disponibles en tu área o que realicen envíos a tu ubicación.

Recomendaciones: Pregunta a chefs locales, restaurantes de mariscos y amigos que tengan experiencia en la compra de nécoras congeladas. Las recomendaciones personales pueden ser muy valiosas.

Evaluación de Calidad: Investiga las políticas de calidad del distribuidor, incluyendo su proceso de congelación y manipulación de alimentos. Asegúrate de que cumplan con los estándares de calidad requeridos.

Variedad de Productos: Busca distribuidores que ofrezcan una variedad de tamaños y opciones de embalaje para las nécoras congeladas. Esto te permitirá seleccionar las que mejor se adapten a tus necesidades.

Comentarios y Opiniones: Consulta las opiniones y comentarios de otros clientes que hayan comprado nécoras congeladas al distribuidor en cuestión. Esto te dará una idea de la satisfacción de los clientes anteriores.

Disfrutando de la Nécora Congelada en Casa

Una vez que encuentres un distribuidor de nécora congelada confiable, podrás disfrutar de este delicioso manjar en la comodidad de tu hogar. Desde platos sencillos como la nécora cocida al vapor con mantequilla hasta preparaciones más elaboradas, como paellas de mariscos, las opciones son infinitas. La nécora congelada te permite llevar el sabor del mar a tu mesa en cualquier momento del año, convirtiendo tus comidas en una experiencia gastronómica especial.

Encontrar un distribuidor de nécora congelada de calidad es esencial para disfrutar de este marisco con todo su sabor y frescura. Investiga, compara opciones y selecciona un distribuidor que cumpla con tus estándares de calidad y procedencia. Una vez que lo encuentres, estarás listo para explorar el mundo de la cocina de nécora congelada y deleitar tu paladar con esta exquisitez marina.

Langostinos, un plato especial que puedes disfrutar siempre

El Langostino austral congelado para hosteleria es todo un clásico que no pasa de moda en las mesas de los restaurantes de toda España. Son tantas las formas en las que puedes servir los langostinos que jamás vas a aburrir a tus clientes. Porque además de los langostinos a la plancha o al ajillo de toda la vida, hay muchas alternativas que harán que salgan chupándose los dedos. Te contamos algunas de ellas que te ayudarán a enriquecer tu carta y tus platos con un producto estrella.

Las brochetas de langostino con pollo son ideales para el verano. Pueden ser un primer plato o incluso un plato único si es abundante. Y lo mejor es que resulta tan sencillo hacerlo que no querrás que pidan otra cosa. Solo tienes que alternar langostinos con pollo y una fruta o verdura, aquí puedes personalizar con piña o pimiento. Todo previamente cocinado a la plancha y posteriormente clavado en la brocheta, si no cuentas con un espacio específico para hacerlas o directamente en tu parrilla para plancha.

Los langostinos enriquecen cualquier ensalada veraniega. Le dan un toque de lujo que seguro que hará que muchos clientes se inclinen por tus ensaladas y quieran disfrutarlas. Nuevamente, una ensalada que tenga a mayores langostinos y un poco de pollo puede ser un delicioso plato único que resultará apetitoso y ligero en verano, sobre todo a la hora de la cena.

También son adecuados los langostinos para los arroces caldosos que tanto éxito tienen en cualquier momento en la cocina o los famosos risottos, diferentes al arroz caldoso, pero con ingredientes bastante similares. Los arroces con un toque de marisco tienen mucho éxito y los langostinos, mejor si son pelados, pueden ser la nota que marque la diferencia con ellos.

Los langostinos pelados son también perfectos para otro plato fácil de hacer y que tiene muchos adeptos: los revueltos. Langostinos con setas, langostinos con gulas, langostinos al ajillo… pueden presentarse en revuelto y te darán la posibilidad de que el cliente elija un plato totalmente personalizado pero que no dará en cocina un trabajo extra, ya que todas estas elaboraciones tienen en común su sencillez porque los ingredientes están previamente elaborados y solo hay que pasarlos por la plancha para calentarlos antes de añadir el huevo y cocinar revueltos.

¿Te has convencido de que los langostinos no pueden faltar en la cocina de tu restaurante?

Con el frío, los guisos triunfan en la carta de los restaurantes

Cuando llega el frío, la gente quiere platos calentitos que les hagan sentir bien y les reconforten. Por eso, los guisos se convierten en uno de los platos más demandados en los restaurantes de comidas diarias. Para estos locales, los guisos son también un buen negocio ya que son platos económicos, que cunden mucho y que aguantan de un día para otro, por lo que no se pierde nada.

Una de las formas más cómodas de realizar estos guisos es aprovechando alimentos congelados, como el choco congelados para hosteleria. Esto permite tener los ingredientes siempre a mano y así decidir de un día para otro cuánto sacar en función de lo que se haya vendido ese día o de las reservas que se tengan en el local. 

Las carnes y los productos de mar congelados para hostelería son un gran aliado para el sector ya que proporcionan alimentos de una gran calidad a precios competitivos. Además, aguantan mucho tiempo en los congeladores grandes que tienen estos establecimientos, lo que permite contar con productos para grandes temporadas.

Los guisos son perfectos para plato único, ya que en ellos suele haber un ingrediente que es proteína animal, como carne o pescado, patatas que proporcionan los hidratos y también verduras, de diferentes tipos, como guisantes, pimientos o cebolla. Son por tanto un alimento muy completo y proporcionan además el placer añadido de mojar un poco de pan, siempre con mesura, cuando se degusta.

Precisamente, su valor como plato único, los hace todavía más demandados por los que piden medio menú a la hora de comer ya sea porque se les hace mucho tomar un menú de dos platos ya sea porque quieren ahorrar algunos día a la semana tanto en dinero como en calorías. Los menús de plato único o medios menús son cada vez más populares tanto en los restaurantes como en las casas, donde el ritmo de vida actual hace que resulte más complicado comer dos platos en cada comida.

Además de guisos que se comen en todo el país de manera general, cada región tiene sus guisos particulares propios de la zona y en los que se emplean los alimentos típicos. Estos guisos permiten que las carnes y pescados congelados se combinen con vegetales frescos de temporada para potenciar todavía más su sabor y su gran calidad.

el frío, los guisos triunfan en la carta de los restaurantes

 

Cuando llega el frío, la gente quiere platos calentitos que les hagan sentir bien y les reconforten. Por eso, los guisos se convierten en uno de los platos más demandados en los restaurantes de comidas diarias. Para estos locales, los guisos son también un buen negocio ya que son platos económicos, que cunden mucho y que aguantan de un día para otro, por lo que no se pierde nada.

Una de las formas más cómodas de realizar estos guisos es aprovechando alimentos congelados, como el choco congelados para hosteleria. Esto permite tener los ingredientes siempre a mano y así decidir de un día para otro cuánto sacar en función de lo que se haya vendido ese día o de las reservas que se tengan en el local. 

Las carnes y los productos de mar congelados para hostelería son un gran aliado para el sector ya que proporcionan alimentos de una gran calidad a precios competitivos. Además, aguantan mucho tiempo en los congeladores grandes que tienen estos establecimientos, lo que permite contar con productos para grandes temporadas.

Los guisos son perfectos para plato único, ya que en ellos suele haber un ingrediente que es proteína animal, como carne o pescado, patatas que proporcionan los hidratos y también verduras, de diferentes tipos, como guisantes, pimientos o cebolla. Son por tanto un alimento muy completo y proporcionan además el placer añadido de mojar un poco de pan, siempre con mesura, cuando se degusta.

Precisamente, su valor como plato único, los hace todavía más demandados por los que piden medio menú a la hora de comer ya sea porque se les hace mucho tomar un menú de dos platos ya sea porque quieren ahorrar algunos día a la semana tanto en dinero como en calorías. Los menús de plato único o medios menús son cada vez más populares tanto en los restaurantes como en las casas, donde el ritmo de vida actual hace que resulte más complicado comer dos platos en cada comida.

Además de guisos que se comen en todo el país de manera general, cada región tiene sus guisos particulares propios de la zona y en los que se emplean los alimentos típicos. Estos guisos permiten que las carnes y pescados congelados se combinen con vegetales frescos de temporada para potenciar todavía más su sabor y su gran calidad.

Cómo congelar pimientos

La falta de tiempo en nuestro estándar de vida diario resulta en nuestra incapacidad para seguir comprando al día en muchas ocasiones. Pero ¿por qué prescindir de alimentos frescos? En el siguiente artículo queremos explicarte una de las técnicas más útiles para la conservación de los alimentos, especialmente en temporada. Hablamos de congelar alimentos, una forma perfecta de conservar el sabor, la textura y las propiedades de cualquier tipo de alimento.

 

Sin duda los pimientos congelados para hosteleria es facilitar el día para el hostelero, ya que en caso de no disponer de pimientos frescos siempre los podrá usar congelados.

 

¿Desea saber más? Así que no dejes de leer las siguientes líneas. Hemos recopilado los mejores consejos para que aprendas a congelar pimientos morrones, una verdura que puedes agregar a muchos platos y guisos para agregar sabor, vitaminas y múltiples nutrientes sin cambiar su textura o propiedades. ¡Nota!

 

Pasos a seguir:

  • Para empezar, debes trabajar con pimientos frescos y maduros, ya sean rojos o verdes, es decir, deben ser más oscuros y tener una textura firme. Si encuentra que el pimiento tiene un color apagado, se ha ablandado o está dañado, no es una buena idea congelarlo.

 

La mejor forma de conservar un pimiento con todas sus propiedades y dejarlo igual es congelarlo fresco. En caso de que no puedas congelarlos inmediatamente después de comprarlos, te recomendamos guardarlos en el frigorífico, pero no recomendamos pasar más de un día sin congelarlos.

 

  • Después de elegir los pimientos, límpielos cuidadosamente y enjuáguelos con agua fría o tibia. Es importante que los frotes bien para eliminar la suciedad o la mugre. Finalmente, sécalos completamente con papel de cocina.

 

  • Para congelar los pimientos, es importante quitarles los tallos y las semillas que se encuentran en su interior. La limpieza es mucho más fácil si cortas los pimientos por la mitad con un cuchillo afilado y levantas lentamente el tallo para quitar la mayoría de las semillas. Para asegurarse de que esté 100% libre de semillas, vuelva a pasar las dos mitades del pimiento por el agua.

 

  • Hay gente que corta los pimientos por la mitad, eso no es problema. No obstante, te recomendamos cortarlo antes de congelarlo en trozos pequeños, del tamaño que quieras o de la forma en que lo utilices habitualmente para cocinar: en tiras, en cuadrados, en aros … Así estará listo el descongelador para el día de preparar tus guisos de la manera que los necesitas.

 

  • Si desea cocinar los pimientos después de congelar, le recomendamos que los blanquee antes de congelar. Con este procedimiento, eliminas las bacterias que pueden destruir o reducir el sabor, textura, color o nutrientes de las verduras, y ayudarás a mantener y mantener la condición de los pimientos por más tiempo. En caso de que quieras utilizar los pimientos crudos, puedes pasar directamente a los habituales congelados.

 

  • Escaldar los pimientos es fácil. Todo lo que tiene que hacer es hervir una olla con 2/3 de agua, que deberá reemplazar si el agua se agota al escaldarla. Mientras el agua se calienta, prepare un recipiente con agua helada. Cuando empiece a hervir, debes remojar los pimientos brevemente (unos 3 minutos).

 

Pasado este tiempo, transfiera rápidamente los pimientos del agua hirviendo al recipiente con agua helada. Este paso te permitirá bajar la temperatura de los pimientos y detener el proceso de cocción. El tiempo que los pimientos permanezcan en el agua helada también debe ser corto. Déjelos enfriar durante unos 3 minutos. Luego escurre hasta que esté completamente seco.

 

  • ¡Al congelador! Después de blanquear, es hora de guardar los pimientos para futuras recetas. Coloca los pimientos escaldados en una bandeja sin tocarlos para que no se peguen y no se puedan separar más tarde. Ponlos en el congelador y déjalos reposar por completo, lo que puede tardar unas horas si los trozos o mitades son grandes. En caso de que los corte en trozos muy pequeños, puede omitir el paso de congelación y ponerlos en una bolsa para congelarlos de inmediato.

 

  • Pasadas las dos horas, puedes poner los pimientos congelados en bolsas o recipientes especiales para congelarlos para que estén mejor conservados y almacenados. Recuerda, no es recomendable guardarlos en envases de vidrio ya que podrían romperse en el congelador. Idealmente, use bolsas selladas al vacío.

 

  • ¡Listo! Este método le permite congelar pimientos y usarlos más tarde para agregar sabor, color y nutrientes a sus platos y guisos favoritos. No renuncies a disfrutar de un buen pimiento fresco, aunque haya pasado un tiempo desde que lo compraste. ¿Te atreves?

¿Cómo cocinar marisco congelado?

Los mariscos congelados pueden estar absolutamente deliciosos si se cocinan correctamente. El problema es que, mucha gente, no sabe cómo deben de cocinar estos mariscos. Incluso no saben si deben o no de descongelarlos previamente.

La mayoría de los cocineros están de acuerdo en que el marisco congelado hay que descongelarlo antes de su cocción. Esto es muy importante, ya que de otro modo el sabor de la carne quedaría alterado perdiendo gran parte de su intensidad. Para conseguir un proceso de descongelado perfecto, este tiene que ser muy gradual, preferiblemente en el interior de la nevera, dejándolo desde el día antes para que quede perfecto.

Mientras que el marisco vivo se echa en el agua fría para cocer, cuando está descongelado hay que ponerlo en la olla cuando ya está hirviendo el agua. Y esta debe de haber sido salada con sal gruesa, consiguiendo un efecto similar al agua de mar.

El tiempo de cocción también es fundamental, ya que un marisco cocido en exceso no va a estar sabroso. Las gambas y camarones de pequeño tamaño se echan en el agua hirviendo y se sacan inmediatamente al volver a hervir. Si el tamaño es algo mayor, pueden dejarse entre un minuto y un minuto y medio cociendo. Para los langostinos o nécoras de mayor tamaño puede llegarse hasta los cinco minutos.

El resto de piezas se cocerán en función de su peso, midiendo los minutos a partir del hervor: por el primer medio kilo se contabilizan diez minutos y se añade un minuto más por cada cien gramos extras.

Muchos recomiendan que al sacarlos del fuego se pongan en una bandeja con hielo y sal, ya que la carne queda más dura y sabrosa y se desprenderá de la cáscara. Además, tomará parte de la sal y soltará el agua que pueda tener acumulada de la cocción.

Si se siguen estos pasos, el marisco congelado estará tan bueno como el fresco y se disfrutará en la mesa con auténtica pasión. No es difícil cocinar bien el marisco, pero sí hay que tener en cuenta los tiempos y respetarlos para conseguir la mejor textura de la carne y ese gusto único a mar que lo hace tan deseado en las mejores mesas.

La presentación del marisco también es muy importante, ya que no se debe de olvidar que la vista es un sentido básico a la hora de degustar un buen plato.

Cómo hacer huevos a la flamenca

Si en tu casa sois amantes de los huevos, en cualquier tipo de preparación, no te puedes perder esta receta de huevos a la flamenca. Te asegurarás que das a los tuyos un plato cargado de nutrientes, empezando por el alto contenido en vitaminas de los huevos y su gran sabor.

Ingredientes para 3 comensales:

  • 600 gramos de tomates maduros
  • 200 gramos de cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 100 gramos de guisantes
  • 400 gramos de patatas
  • 100 gramos de jamón serrano
  • 100 gramos de chorizo
  • 3 huevos 
  • 1 cucharada de vinagre 
  • 1 cucharada pimentón dulce
  • Sal
  • Aceite de oliva 

Preparación:

El primer paso será saltear en la sartén los guisantes y reservar. Acto seguido habrá que trocear la cebolla y ponerla a sofreír en la sartén con aceite de oliva y una pizca de sal, friendo todo durante 8 minutos. Tras este tiempo habrá que añadir dos ajos laminados y mezclar todo bien dejando entre 10 y 15 minutos hasta que la cebolla quede caramelizada.

Tras esto será el momento de añadir el chorizo, previamente troceado y dar unas vueltas. Agregar el pimentón dulce y mezclar todo para acabar añadiendo el vinagre y dejar que se cocine un minuto más.

Acto seguido será el momento de cortar el tomate en trozos y cocinarlos durante unos 15 minutos para luego agregar el jamón y los guisantes y cocinarlos a fuego muy bajito a la vez que haces las patatas y los huevos.

Para ello tendrás que pelar y cortar, previamente, las patatas en pequeños trozos, colocarlos en una cazuela y agregar aceite de girasol, Cuando ya estén fritas, sacarlas y dejarlas reposar en el papel absorbente quitando el exceso de aceite.

El último paso será freír los huevos, reservar y emplatar. Con esto ya estarán listos para servir. En pocos minutos tendrás un plato nutritivo y que gusta a todos con esos ingredientes tan sabrosos.

¿Puedo sustituir la leche normal por leche sin lactosa?

Esta pregunta se la hacen muchas personas que quieren preparar una receta, pero saben que va a haber una persona intolerante a la mesa y quieren que pueda disfrutar de la misma. ¿Cuajará mi flan si en lugar de leche normal pongo asturiana sin lactosa? ¿Se modificará el sabor de la crema pastelera? Respondemos a estas preguntas.

La leche sin lactosa no es más que leche normal a la que se ha añadido lactasa. La lactasa es una enzima digestiva que todos producimos, o deberíamos de producir en nuestro intestino. Pero los intolerantes no la tienen en la misma proporción que el resto. El problema es que esta enzima tiene como misión descomponer la lactosa de la leche, convirtiéndola en otros azúcares más sencillos de digerir.

Al añadir lactasa, esta enzima elaborada en laboratorio, a la leche, nos encontramos con un producto que ya no contiene lactosa, sino que esta se ha descompuesto ya en otros azúcares digeribles. Se realiza, por tanto, el trabajo que normalmente se lleva a cabo en el intestino, pero fuera del mismo, antes del envasado de la leche.

La leche sin lactosa tiene las mismas propiedades que la leche común y los mismos usos, con algunas pequeñas excepciones. Por ejemplo, no es recomendable para hacer kefir, ya que el hongo del kefir se alimenta sobre todo de la lactosa de la leche y cuando se hace con leche deslactosada pierde propiedades e incluso puede llegar a morir.

Por tanto, si vas a hacer flan, cremas o cualquier otro preparado con esta leche, la textura será la misma con leche con o sin lactosa. Lo único que tendrás que ver es si usas leche desnatada, en cuyo caso podría variar la textura, algo que también ocurre con la leche con lactosa desnatada.

En el caso del sabor, no debería de verse alterado en absoluto. Pero es cierto que en el mercado hay marcas, sobre todo marcas blancas, que saben mucho más dulzonas. Esto es porque conseguir saber la cantidad justa de lactasa para que la leche quede apta para intolerantes, pero no se altere su sabor no es una tarea fácil. Pero si hablamos de marcas como la asturiana antes mencionada, no tenemos que preocuparnos de nada porque su sabor es exactamente el mismo y no va a influir en absoluto en el preparado final que realicemos con esta leche.

3 formas de cocinar el calamar para tu restaurante

Si tienes un restaurante y cuentas con un buen distribuidor de calamar patagonico congelado para hosteleria puedes poner a disposición de tus clientes recetas muy variadas con este producto del mar. Los calamares pueden cocinarse de formas muy diferentes y en todas ellas conservar su sabor característico. Te ofrecemos tres opciones muy populares y que seguro que cuentan con mucho éxito entre los comensales.

-Calamares al ajillo. En una sartén con aceite de oliva caliente sofreímos unos ajos. Cuando estén dorados se añaden los calamares limpios enteros. Si se desea pueden ser troceados. Cuando comienzan a dorarse se añade vino blanco y se dejan hacer a fuego muy lento hasta que estén totalmente blandos. Se añade perejil picado y listos para servir acompañados de unas deliciosas patatas panaderas.

-Calamares encebollados. Lavamos y cortamos los calamares en trozos. Cortamos también las cebollas en tiras. Pochamos la cebolla en una sartén con aceite de oliva y cuando comience a coger color añadimos los calamares. Dejamos que se hagan durante un rato y añadimos vino blanco. Se deja evaporar el alcohol mientras el calamar se ablanda y, cuando está listo, se añade salsa de tomate y se deja que acabe de hacerse de esta manera. 

Una variante de esta receta deliciosa es hacerla en una tartera, lo que resulta muy práctico si se van a hacer grandes cantidades. Se acompaña con patata cocida sobre la que se vierten los calamares y la salsa.

-Calamares a la plancha. Una receta sencilla pero muy sabrosa. Solo hay que limpiar bien los calamares y aliñarlos con aceite de oliva y ajo o directamente con una salsa alioli. Se colocan en la plancha y se dejan hacer bien por los dos lados. Si es necesario, se añade un poco de salsa mientras se hacen a la plancha. Un plato rápido y delicioso que siempre tiene éxito. Se puede acompañar de diversas maneras puede ser un fresco y ligero plato veraniego si se elige una ensalada como acompañamiento o un contundente plato de invierno si se añaden patatas fritas.

El calamar permite una gran variedad de preparaciones. También pueden hacerse guisados, preparados en su tinta, acompañados de otros productos de mar como mejillones y pulpo y, por supuesto, rebozados y fritos. Los calamares rellenos también son muy populares y resultan muy sencillos de cocinar, ya que solo hay que rellenarlos y cocinarlos fritos o a la plancha.

Supermercados del siglo XXI 

Lo primero ponerse guantes, lo segundo echarse gel en los mismos y lo tercero respetar las marcas de seguridad. Ir al supermercado se ha convertido en una actividad de alto riesgo, o así es como se siente uno tras la pandemia. Y además una voz en off te dice por megafonía que “esto lo arreglamos entre todos” y cosas así pero que no te traigas a los niños y que no te pares. Básicamente que compres rápido y a confinarte a tu casa. 

La verdad es que mi método de compra no se ha visto muy afectado por estas medidas. No es que yo llevara guantes y mascarilla antes de todo esto, pero si solía ser una persona bastante veloz a la hora de comprar. Siempre con mi lista y sin entretenerme. El problema es que ahora sin previo aviso “desparecen productos”. Primero fue el papel higiénico, luego la cerveza y después los guantes. Y el otro día me encontré con que mis yogures larsa habían volado.

Con esto de la pandemia, entiendo que se están produciendo algunos retrasos con la distribución de productos debido también a la alta demanda. Leí estos días que había subido en torno a un 20% el gasto en supermercados durante las primeras semanas de confinamiento: fue la denominada época de acopio. Gente comprando veinte botellas de aceite de oliva para tener lo suficiente para hacer tortilla de patata durante un año entero. De papel higiénico prefiero no hacer comparativas. 

Pero después de esas dos semanas de acopio, los supermercados ya no están tan arrasados, pero siguen faltando algunos productos. Lo de mis yogures larsa me ha extrañado. Llevo tomando esa marca de yogures desde hace tiempo. Una vez que los probé me gustó mucho su sabor y como me gusta cambiar dejé los yogures de “toda la vida”. Pero he tenido que volver momentáneamente debido a este asunto del virus. Confío en que, poco a poco, todo vuelva a la normalidad. O bueno, a la “nueva normalidad”, que hay que hablar con propiedad: no vaya a ser que las autoridades me impongan una multa, ahora que le han pillado el gusto a eso de sancionar a desobedientes…

Los 10 alimentos que siempre debes de tener en tu alacena

1) Un bote de leche entera en polvo. Tiene una fecha de caducidad muy larga y por eso se puede tener guardada durante mucho tiempo. Es imprescindible en casas en las que haya niños ya que siempre puede quitarnos de un apuro, por ejemplo, un festivo que nos hemos olvidado de comprar leche. Permite acumular muchos litros de bebida en un rincón pequeño.

2) Harina. Es básica para la preparación de muchos platos, entre ellos panes y bizcochos. También se utiliza para rebozados o para la preparación de salsas, por lo que es fundamental contar con un paquete en la alacena. Mejor si la harina se conserva en un frasco hermético fuera de su envase de papel habitual.

3) Bicarbonato o levadura. El bicarbonato y la levadura son básicos para conseguir el proceso de fermentación del pan y de muchos dulces. De poco nos valdría tener la harina si no tenemos algo que la haga hinchar. Por eso, el bicarbonato y la levadura también deben de estar presentes en la alacena. El bicarbonato también es un gran limpiador que sirve para todo el hogar en caso de emergencia, sobre todo mezclado con vinagre.

4) Pasta. La pasta es uno de los productos básicos de nuestra dieta y se conserva intacta durante mucho tiempo. Por eso, contar con un paquete de pasta siempre es imprescindible en cualquier hogar familiar.

5) Arroz. Otro alimento básico que, además, cunde mucho y se puede preparar de una gran variedad de maneras. Pero incluso solo está rico y puede ayudar a salir de muchos apuros.

6) Legumbres secas. Las legumbres son una gran fuente de proteínas, en algunos casos casi tan buenas como las de la carne. Por eso, siempre está bien tenerlas a mano para poder completar cualquier dieta. Las legumbres secas suelen tener que hidratarse antes de ser cocinadas, pero abultan muy poco y se conservan mucho tiempo, sobre todo en frascos herméticos.

7) Conservas. Las conservas nos permiten tener prácticamente todo tipo de alimentos en poco espacio, en raciones individuales o familiares y con una caducidad a muy largo plazo. Pescados, verduras, frutas o incluso carnes pueden ser conservadas.

8) Aceite. Básico para poder elaborar una gran cantidad de platos. El aceite de oliva es el más versátil ya que permite freír, acompañar platos cocinados y también crudos.

9) Azúcar. Prescindible, sí pero, ¿quién quiere pasar sin azúcar?

10) Café. Otro alimento que para muchos puede ser totalmente prescindible para algunos, pero para otros es tan vital como comer ya que no solo te despierta por la mañana, también te da energía y ayuda a la concentración.