¿Cómo acabar con los depósitos grasos localizados?

Los depósitos grasos localizados se refieren a esas zonas rebeldes en las que se acumula la grasa y que no parece querer irse por mucho que se haga para conseguirlo. Los muslos, la barriga, la zona de las rodillas o la papada son algunas de las áreas en las que la grasa puede agarrarse incluso en personas con una constitución física delgada.

Pero ¿qué hacer para eliminar esta grasa? Hay varias soluciones que vienen de mano de la estética. Una de ellas son los masajes linfáticos que contribuyen a eliminar grasa y a que esta se vaya a través del sistema linfático. Para que estos sean todavía más efectivos se puede recurrir a técnicas de medicina estética más avanzadas en las que mediante infiltraciones en la zona en la que está la grasa, se puede conseguir que esta se desprenda y se elimine.

Pero hay casos muy rebeldes para los que estos métodos parecen no ser suficientes. Toca entonces recurrir a la liposucción. Actualmente, la liposucción es una técnica muy sencilla, prácticamente sin riesgos y para la que ni tan siquiera se utiliza anestesia general en la mayor parte de los casos.

Anestesia local y una sedación para que el paciente se relaje y no se entere de nada de lo que ocurre es más que suficiente. Incluso pueden tratarse varias zonas en una misma intervención para acabar con dos o tres áreas rebeldes a un mismo tiempo.

A partir de ahí, el médico realiza unos pequeños cortes en zonas en las que la cicatriz quedará fácilmente oculta e introducirá por ahí una cánula con la que aspirará el tejido graso que se quiere eliminar. Tras la intervención, el paciente se va para casa en solo unas horas y con unas sencillas recomendaciones que debe de seguir.

La liposucción es la técnica más definitiva de eliminación de grasa localizada, ya que al aspirar todo el tejido graso se evita que vuelva a acumularse la grasa en esa área tal y como estaba sucediendo. Esto no quiere decir que el paciente no pueda engordar, solo que no sufrirá de la acumulación de tejido adiposo en la zona tratada.

Tras la liposucción el paciente puede realizarse masajes para ayudarle a drenar bien la zona tratada y en pocas semanas verá cuál es el resultado definitivo de la intervención. Esto es un cuerpo mucho más armonioso, sin zonas rebeldes y con el que podrá sentirse mucho más a gusto.