La consulta 

Dicen que es mejor prevenir que curar, y por eso no hemos esperado a que sea demasiado tarde para hacer unas consultas sobre el patrimonio de la familia. Nos gustaría que fuera de otro modo, pero las relaciones en nuestra familia no pasan por su mejor momento. Es una pena, pero así es y hay que estar preparados para lo que pueda venir. De lo que se trata es de evitar males mayores y que las cosas se hagan de forma justa.

Por supuesto, el concepto ‘justicia’ es muy voluble y todo el mundo tiene la idea de que la justicia supone no salir perjudicado independientemente de si salen perjudicados los demás. Por eso, para evitar discusiones bizantinas, nosotros acudimos a un despacho de abogados especialistas en derecho de familia Vigo. No nos andamos por las ramas. Al final, son los especialistas en derecho los que tienen la voz cuando se trata de esta clase de situaciones.

Porque si toda la familia se sienta sobre una mesa y nos ponemos a discutir sobre la situación, lo más probable es que acabemos peor de lo que empezamos. Ojalá no tuviese que ser así. Ojalá fuéramos capaces de entendernos sin que terceras personas nos representasen. Sería lo más fácil para todos, pero la realidad es otra. Cuando las emociones y lo material se vinculan en una familia, lo más práctico es dejar los argumentos a los profesionales.

Consultar un despacho de abogados especialistas en derecho de familia Vigo fue nuestra última opción cuando se demostró que era el único camino que quedaba. No solo se trata de estar preparados para cuando llegue el momento, sino se trata también de entender cómo funcionan estas cosas a nivel legal, que no siempre es sencillo para personas sin formación jurídica. 

Un abogado te puede decir que, según la ley, este o aquel es el resultado. Podemos poner el grito en el cielo y decir que es injusto, pero si está sujeto a la ley, eso es lo que la justicia tiene que decir al respecto. Por ello, no se trata tanto de defender nuestros intereses, sino de que todo se haga de forma respetuosa con la ley y evitar más disgustos.

Cómo encontrar un abogado o bufete de calidad

El número de abogados ejercientes en España supera los 132 mil, según las últimas estimaciones, lo que presenta una doble lectura: la oferta es positivamente amplia y variada, pero el proceso de búsqueda de abogado en Vigo, Bilbao, Sevilla o Madrid puede ser abrumador por este mismo motivo.

 

La investigación combinada por medios digitales y físicos es la más adecuada en términos de eficacia y ahorro de tiempo y dinero. Así, se recomienda utilizar el directorio de empresas por excelencia, las Páginas Amarillas, tanto en su versión en papel como online (www.paginasamarillas.es). Tampoco deberían despreciarse sus alternativas, como la plataforma Google My Business o el directorio Yelp.

 

Más directa es la siguiente opción: visitar el colegio de abogados de la provincia en cuestión y acceder al registro local de abogados, para así conocer sus credenciales de primera mano y evitar problemas con la publicidad engañosa y los falsos letrados. Estas instituciones cuentan, en muchos casos, con portales web que facilitan la búsqueda. Por ejemplo, el Ilustre Colegio de Abogados de Vigo (www.icavigo.org) dispone de la herramienta gratuita «búsqueda de colexiados».

 

Por otra parte, los directorios de abogados de carácter general dan acceso a una cuidada selección de abogados, con la comodidad de Internet. Por lo general, funcionan como un directorio, con teléfonos de información, filtros de búsqueda, valoraciones de usuarios, etcétera. Buenos ejemplos de estas plataformas son TopAbogados.com y Abogados1.es.

 

Buscadores como Google facilitan, además, la búsqueda precisa de abogados con las características deseadas (área de competencia, localización, etcétera). Únicamente deben ponerse en prácticas determinadas técnicas, poco conocidas por el internauta común. Una de ellas consiste en entrecomillar (“”) las frases sobre las que se desean resultados exactos. Los signos menos y más (+, -) permiten excluir términos o forzar su presencia, respectivamente. Cuando se desconoce una palabra en concreto, el asterisco (*) actúa como comodín; por ejemplo, «abogado especializado en seguridad *», de forma que el motor de búsqueda agregue la palabra «social» a la consulta.

4 pasos para un divorcio amistoso

No todos los divorcios se producen de forma traumática. A veces, pueden darse separaciones amistosas en la que ambas personas estén de acuerdo en que romper el vínculo matrimonial es lo mejor para ambos. En este caso, todo resulta muy sencillo y rápido a la hora de divorciarse.

  1. Separar los bienes. En la mayoría de zonas de España el matrimonio es, por defecto, en régimen de gananciales, aunque cada vez son más los que hacen capitulaciones y se casan en separación de bienes. En el caso de que no haya sido así, las capitulaciones y la separación de bienes puede hacerse en cualquier momento de la relación y es sencilla cuando ambos tienen claro qué es de cada uno y no están en disposición de pelear por nada.

Esto es más habitual cuando son pocos los bienes en común y ambos miembros del matrimonio tienen un nivel económico similar no habiendo que fijar pensiones compensatorias ni similares.

  1. Tomar decisiones respecto a los hijos. Es el punto que puede ser más conflictivo, pero cada vez hay más parejas que acuerdan custodias compartidas y que logran que funcione. Esto es más fácil cuánto mayores son los hijos, pero puede ser factible incluso con niños muy pequeños.

Aunque se puedan acordar cosas en buena voluntad, es bueno que todo quede recogido en un acuerdo y que las pautas estén claras para que en caso de discrepancia solo haya que acudir a lo que está escrito y firmado por ambos. Se evitan así muchas discusiones que pueden acabar empañando separaciones que comenzaron de una manera muy amistosa.

  1. Acudir juntos a un abogado. Cuando no hay discrepancias, no hay necesidad de contar con dos abogados A Coruña. Ambos miembros del matrimonio pueden contar con el mismo abogado que se encargará de los papeleos necesarios siguiendo las instrucciones dadas. Esto ahorrará mucho dinero y hará que los trámites sean más rápidos.
  2. No dividir a los amigos. Una vez que se ha producido la separación es habitual que muchos amigos no sepan muy bien cómo actuar. Por eso, muchas parejas deciden quedar con las personas más cercanas y hacer una cena o tomar juntos un café y que vean que pese a la separación, la relación es civilizada. Explicarles ambos que no tienen que elegir y que pueden continuar la relación de amistad con ambos es la mejor de las opciones.