Es curioso que cuando alguien busca un técnico informatico en El prat de llobregat da siempre por sentado que va a ser atendido por un hombre. Las profesiones que requieren conocimientos técnicos y trabajar con las manos como la electricidad, la fontanería o la informática suelen considerarse masculinas, pero la realidad es que en los centros de formación en técnicos informáticos hay muchas mujeres matriculadas.
Algunas de ellas, como ocurre con los hombres, continuarán estudiando y optarán por ingenierías, pero en otros casos pueden abrir sus propios negocios o incluso comenzar a trabajar como autónomas. Por supuesto, ellas salen con la misma formación que sus compañeros y con las mismas habilidades para realizar el trabajo.
Esto puede parecer algo evidente, pero quizás todavía no estamos acostumbrados a ello ya que muchas mujeres que trabajan como técnicos informáticos se quejan de que cuando van a atender a un cliente en su tienda o en su domicilio este les pregunta dónde está el técnico, incluso cuando se han identificado previamente como tal.
Aunque parezca increíble, algunos hombres se niegan a dejar que manipulen sus equipos, dudando de su pericia tan solo por el hecho de ser mujeres. Por suerte, cada vez hay menos casos así, pero siguen ocurriendo y la mayoría de las técnicas tienen experiencias en este sentido y se han sentido alguna vez tratadas de un modo diferente tan solo por su sexo.
Sin embargo, en la administración pública gran parte de las plazas de técnico informático son ocupadas por mujeres, las cuales suelen tener un porcentaje de representación alto en el sector público. Y aquí, curiosamente, nadie duda de su profesionalidad ni se cuestiona el hecho de que sean ellas las que van a reparar el ordenador.
Lo mismo ocurre en muchas empresas en las que se presta un servicio técnico vía teléfono o a distancia. Nadie parece desconfiar cuando le atiende una mujer. Quizás porque no la ven con herramientas manipulando los equipos y el trabajo que llevan a cabo les parece más administrativo y por tanto no les llama la atención.
Seguro que en pocos años nadie se sorprenderá al ver a una mujer ejerciendo trabajos técnicos. Pero en cualquier caso, hoy este es uno de esos flecos del machismo que todavía perviven en algunas profesiones y que aunque poco a poco se van eliminando, se pueden ver en muchas ciudades.