Hay determinados productos que el consumidor en general asocia con una zona en concreto de España. Esto no quiere decir que sea el único lugar en el que se produce, pero sí que es dónde tiene más fama. En ocasiones la asociación se produce porque históricamente ese producto se ha cultivado o se ha producido en ese lugar y otras veces, la asociación llega por otros factores, como asociar las porras con chocolate con Madrid por la costumbre de muchos madrileños de tomarse esa merienda o las habas con Asturias por el uso que se les da en la fabada típica.
En Asturias tenemos también la famosa Leche Asturiana, la cual debe su sabor a los pastos verdes prácticamente todo el año en los que las vacas pueden alimentarse en libertad. Es cierto que estos pastos son típicos de todo el norte de España, pero allí la tradición lechera es muy grande y por eso se asocia a la calidad del producto.
El arroz se asocia inmediatamente con Valencia, no solo porque en esas tierras se cultiva la mayoría del arroz, sino también por sus famosas paellas valencianas, que tienen fama más allá de las fronteras de España. No hay que ir muy lejos para llegar a Alicante, cuna de los turrones tan típicos de la navidad española. Es difícil imaginarse una Navidad sin el turrón alicantino en las mesas.
Andalucía es tierra de olivas y aceite de muy buena calidad. Pero sobre todo, se conoce por los jamones de Jabugo, de tan buena calidad que se han convertido en un plato de lujo en mesas de todo el mundo. Un producto que si ya no es barato comprado en España, importado se convierte en todo un lujo por el que muchos están dispuestos a pagar mucho dinero.
Y si hablamos de jamones tenemos que hablar de Extremadura, donde sin duda están los mejores jamones Ibéricos de bellota, los cuales compiten en fama y calidad con el anteriormente nombrado Jabugo.
También podríamos hablar de quesos y de vinos. Pero aquí podemos afirmar que no hay ninguna Comunidad Autónoma que no tenga alguno que destaque. La tradición vinícola y la tradición de quesos de nuestro país es tan grande que solo compite con Francia y con Italia en este terreno, en el que se ve que los mediterráneos sabemos muy bien lo que hacemos.