La contratación de un seguro de salud con reproducción asistida está influenciada por multitud de factores: la relación precio-calidad, el prestigio de la compañía aseguradora, etcétera. Sin embargo, determinadas coberturas tienden a impulsar la toma de decisiones.
En concreto, la reproducción asistida es uno de los servicios más demandados en el mercado asegurador. Los contratantes suelen requerir procedimientos como la inseminación artificial, la fecundación in vitro, la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) o la embrioadopción.
Las coberturas relativas al embarazo y el parto también gozan de popularidad en este tipo de pólizas. La gestación tendrá un impacto severo a nivel físico, social y psicológico en la mujer, y es importante recibir un asesoramiento completo en momentos clave.
Es común que los contratantes se interesen por seguros cuyas asistencias traspasen las fronteras nacionales. En otras palabras, que las coberturas ofrecidas sean accesibles mientras se viaja al extranjero por placer o negocios. De este modo, la asegurada puede abandonar el país sin temor a comprometer su salud.
Para el cliente objetivo del mercado asegurador, la rapidez en la obtención de pruebas y diagnósticos es esencial. Precisamente, esta es una de las mayores carencias de la sanidad pública, pues las analíticas más simples pueden demorarse durante meses.
A raíz de la crisis sanitaria de 2020, la preocupación por el Covid-19 se ha generalizado entre los usuarios del sector de los seguros médicos. De ahí que muchos de los servicios y coberturas relacionadas reciban una intensa demanda, como la asistencia por coronavirus.
Más que una cobertura, la libre elección del profesional sanitario es una petición común entre los clientes. A diferencia de la sanidad pública, la privada otorga mayores libertades a la hora de elegir al especialista. El cuadro médico puede contar con miles de profesionales disponibles, lo que constituye un plus en toda regla.