Seguro que has leído en más de una ocasión sobre las luchas de los ganaderos para conseguir un precio justo por la leche. Pero ¿cuánto sería el precio justo? ¿Cuánto cuesta producir un litro de leche? Y, ¿cuánto deberíamos de pagar por un producto de calidad en el supermercado?
Un precio justo sería aquel que cubre el coste de producción y deja un margen de ganancia suficiente para que al ganadero le merezca la pena el esfuerzo que está realizando. El precio varía en función de la calidad del producto, como es de esperar, no es lo mismo un litro de leche de vacas que se alimentan de pasto que un litro de leche de vacas que se alimentan casi en exclusiva con piensos. Pero, en cualquier caso, siempre debería de cubrir el precio de producción.
El problema es que muchos ganaderos se ven obligados a vender la leche por debajo de lo que les cuesta producirla ya que los precios son fijados en demasiadas ocasiones por empresas que monopolizan áreas enteras. Si a un ganadero le cuesta producir un litro de leche entre 0,35 y 0,40 céntimos ¿cómo es posible que podamos comprar un brik de leche en el supermercado por 0,61 céntimos (precio de la leche de oferta de una marca blanca).
Teniendo en cuenta que el transportista, la empresa que envasa la leche y el supermercado deben de obtener beneficios, la respuesta está clara: se está pagando por la leche menos de lo que cuesta producirla. En ocasiones, incluso 0,20 céntimos. ¿Qué pueden hacer los ganaderos en estos casos? Les quedan dos vías:
-Bajar la calidad de la leche. Esto se puede hacer, por ejemplo, dándoles a las vacas piensos que logran que den más cantidad de leche, pero de menos calidad y con un sabor diferente del de la leche que las vacas pueden llegar a producir consumiendo mayormente pasto, de la forma más tradicional.
-Unirse en cooperativas o en sociedades agrarias de cooperación como es el caso de los productores de leche central lechera asturiana. De esta manera, se tiene mucha más fuerza y se logran precios justos sin tener que bajar la calidad del producto.
Ahora, cuando vayas al supermercado y te preguntes por qué hay diferencia en los precios de las diferentes marcas de leche, tendrás una idea más clara de qué hay detrás de algunas ofertas.