¿Estás decidido a comprar una caravana, pero prefieres probar una de segunda mano antes de dar el paso y comprar una nueva? Es una buena opción tanto para aquellas personas que no están acostumbradas a viajar en caravana como para los que prefieren una opción más asequible. Tal y como sucede en el mercado de segunda mano de coches, con las caravanas podemos encontrar verdaderas gangas si buscamos bien. Pero también debemos evitar que nos den gato por liebre.
Para ello hay que tener precauciones y probar sin ningún rubor aquel vehículo que nos interese. Ten en cuenta que una vez que hayas pagado te será mucho más difícil reclamar ante cualquier desperfecto que hubiera pasado desapercibido antes de comprar. No caigas en la tentación de confiar (en exceso) en la buena fe de un vendedor. Porque no sería la primera vez que el comprador se encuentra con un grave problema tras realizar la compra.
Por lo tanto, cuando vayas a un lugar especializado en venta de caravanas de segunda mano de particulares, tómate tu tiempo. No hay prisa, si el vendedor, ya sea un particular o un profesional, te mete prisa o notas que se impacienta, mal asunto. Desde luego que si un vendedor particular pone a la venta una caravana es porque necesita el dinero, de una u otra manera, pero debe ser paciente con los compradores que, al fin y al cabo, son los que tienen la sartén por el mango.
Los puntos más importantes que deberás revisar en una caravana de segunda mano es la estructura, poniendo especial atención en fisuras o humedades, así como los aparatos eléctricos que incluya el vehículo. Así mismo, es interesante verla en movimiento de cara a evaluar su tren de rodaje para concretar que puede circular con seguridad.
Por último, también debemos chequear que todo el papeleo está en orden antes de realizar la compra. En un sitio de venta de caravanas de segunda mano de particulares no suele haber problemas con estos detalles, pero nunca está de más fijarse. Es la forma de estar seguro antes del momento de pagar.