Dos trabajos de costura muy sencillos para principiantes

Si estás animado a comenzar a usar tu máquina de coser y ya controlas lo básico de la misma, es el momento de comenzar a realizar los primeros trabajos para el hogar. Es un paso importante y que te va a producir una gran satisfacción porque por fin podrás ver que tu esfuerzo tiene recompensa y que puedes lucir en tu hogar aquello que haces.

Uno de los trabajos más sencillos es realizar un mantel para tu mesa de diario. Necesitas para ello un trozo de una tela que te guste y que sea adecuada para mantel, por ejemplo, una mezcla de algodón con poliéster, sufrido y con un bonito diseño. Corta la medida del mantel y también de las servilletas y, con la ayuda de una tiza para tela, traza los bordes. Dobla la tela sobrante para el dobladillo y sujétala con unos alfileres.

El proceso de hilvanado puede hacerse a mano o a máquina. Esto es al gusto de cada persona, pero para los principiantes suele resultar más sencillo hacerlo a mano hasta que cogen la técnica y no se les escapa la tela. Una vez hilvanado, solo hay que coserlo en la máquina poniendo especial cuidado en los remates de las esquinas.

Las servilletas se hacen igual que el mantel, pero son más sencillas al ser mucho más pequeñas. Con la tela sobrante y cinta elástica puedes crear unas cintas para sujetar las servilletas y hacerlas más atractivas en la mesa. Si compras la cinta en una mercería que disponga de un buen distribuidor de Cinta elástica la encontrarás en muchos colores. Escoge uno similar a la tela y así, aunque se transparente, no se notará prácticamente nada.

Otro trabajo muy sencillo es una funda para cojín. Solo necesitas cortar dos trozos de tela del tamaño buscado, sea cuadrada o rectangular. Ten en cuenta que cuanto más grueso sea el relleno más va a ocupar, así que, si quieres que el tamaño del cojín sea uno en concreto, tendrás que hacer la funda ligeramente más grande en función del grosor.

En uno de los lados de la tela crea un dobladillo ancho, hilvánalo y cose con un bonito remate. En una de las telas crea dos ojales sobre el dobladillo de un tamaño más o menos grande. Por el revés, hilvana ambas piezas de tela uniéndolas por tres de los extremos, los que no tienen dobladillo, y cose. Dale la vuelta a la tela y tendrás tu funda. Solo te quedará coser dos botones a la altura de los ojales, meter el relleno y cerrar los botones para tener tu cojín listo.

Volviendo a la normalidad 

De todo se aprende y nosotros también hemos sacado muchas conclusiones positivas de estos últimos meses. Lo peor ya ha pasado y hemos resistido gracias a la ayuda de todos los que forman parte de este negocio y, sobre todo, a la fidelidad de los clientes que, a pesar de la situación, nos siguieron apoyando en los momentos más difíciles cuando en alguna ocasión hasta pensamos en tirar la toalla. 

Pero si hay algo que nos permitió seguir adelante cuando la situación estaba más complicada fue algo tan sencillo como tener una terraza. Nosotros no habíamos optado por ella a pesar de tener espacio suficiente para hacerlo porque creíamos que no era nuestro estilo. Presumíamos de ser un restaurante íntimo, de los que se disfruta mejor desde dentro. Pero una vez que los interiores de los locales permanecían cerrados al público nos vimos obligados a colocar una terraza. Para ello no solo tuvimos que adquirir mobiliario específico, sino también separadores de terrazas hosteleria.

Al principio nos lanzamos con la terraza de forma muy tímida por falta de experiencia, pero una vez que empezamos a recibir el apoyo de los clientes de toda la vida, cogimos confianza. Pero eso sí, nos vimos obligados a dar una vuelta de tuerca al servicio que solíamos ofrecer. No podíamos servir la misma carta fuera que dentro y tampoco podíamos servir a domicilio todos los platos que preparamos, otra vertiente del negocio que empezamos a explotar con más éxito del esperado.

Y así fue como terminamos enriqueciendo nuestro restaurante. Tal vez sin esta situación nunca nos hubiésemos planteado hacer algo así, pero hay que adaptarse a las circunstancias. Por lo tanto, no solo la terraza fue nuestra salvación, sino también el cambio que nos vimos obligados a hacer. Y ahora que el tiempo ha pasado y volvemos a la normalidad, la terraza y los separadores de terrazas hostelería se quedan con nosotros. Nuestro restaurante nunca volverá a ser el mismo, pero creemos que ha sido un cambio para mejor y así nos lo dicen buena parte de nuestros clientes.

BUSCAR OTRO ORDENADOR

Ha llegado el día que tanto temía desde hacía unas cuantas semanas, se me ha estropeado el ordenador y por ahora no tengo dinero para poder hacerme con otro parecido y por el momento me tengo que apañar con un Pc industrial que me ha dejado un familiar para que pueda seguir trabajando, ya que trabajo con el ordenador. Ya me olía que el ordenador iba a morir dentro de poco, porque un fin de semana se empeñó en no encender, pero un par de días después el ordenador funcionaba perfectamente y seguí usándolo hasta que dijo hasta aquí llegué. Ese fue mi primer ordenador propio porque hasta ese siempre había tenido ordenadores heredados de alguno de mis hermanos y me da mucha pena que se me haya estropeado, ya que era un ordenador muy completo. Tenía el tamaño ideal, con una pantalla enorme para ser un ordenador portátil, no creo que encuentre otro con unas características similares.

Bueno, no me va a quedar otra que tener que ahorrar durante unos meses para ver si me puedo comprar pronto otro ordenador y no tener que depender del ordenador que me han dejado demasiado tiempo. Pero el problema es que uno de mis hermanos me ha dicho que el precio de los ordenadores ha subido mucho por culpa de la pandemia y de que mucha gente tenga que hacer teletrabajo. Me parece muy mal que las empresas aprovechen estas circunstancias para encarecer los precios de las cosas, pero siempre hay aprovechados en todas las circunstancias de la vida y siempre los habrá.

Si quiero encontrar un nuevo ordenador y a buen precio voy a tener que hacer unas cuantas búsquedas en internet para ver si consigo una buena ganga a buen precio. Durante estos meses de pandemia he podido ahorrar un poco de dinero, pero ese dinero me lo voy a tener que gastar dentro de un mes cuando me llegue el seguro del coche, por lo que no puedo contar con ese dinero para comprar el ordenador, tendré que esperar unos pocos mese más y seguir ahorrando.

La sorpresa 

Cuando era mucho más joven pensaba que lo de regalar flores era algo cursi y siempre me decía que cuando yo tuviera novia no iba a hacer esa clase de cosas. ¡Qué atrevida es la ignorancia! Cuando uno es adolescente se cree que lo sabe todo, pero lo que pasa es que se tiene poca vida y se conoce muy poco a las personas, ni siquiera a uno mismo. En cuanto mi primera novia me sugirió que le gustaban las flores corrí como un gamo a comprarle una: no esperé ni a San Valentín.

Entendí que las personas necesitan sentirse queridas, que los detalles son lo que marcan la diferencia. Así que con el paso de los años me he hecho un experto en regalos, especialmente en flores. ¡Quién me lo iba a decir a mí! Y cada vez lo intento hacer un poco mejor, intentando ser lo más original posible. Y original no quiere decir necesariamente gastar mucho dinero.

El último San Valentín decidí hacer algo diferente para lo que busqué Ramos de Flores a domicilio en Vigo. Generalmente, ese día yo solía madrugar para darle la flor cuando se levantara y cuando una cosa se repite empieza a perder la sorpresa. Mi mujer ya me conocía y sabía que iba llegar a casa ese día con la flor. Y aunque le hacía ilusión ya no era lo mismo. Por eso, el último año decidí hacer algo un poco diferente. 

Aquella mañana yo madrugué, pero no llegué con la flor: fui a correr y llegué a casa haciéndome el sueco. No dije nada de San Valentín y mi mujer sé que se extrañó. Pero no dijo nada ella tampoco. Y nos fuimos a trabajar. Seguro que a lo largo del día mi mujer dudó un poco de mí y supuso que a lo mejor se me había olvidado: un fallo lo tiene cualquiera, ¿no?

Pero yo lo tenía todo atado y bien atado con la tienda de Ramos de Flores a domicilio en Vigo. Cuando llegué a casa de trabajar, mi mujer ya estaba en casa: me miró de reojo y vio que tampoco traía nada: ni flores ni bombones. Solo una media sonrisilla que no sé cómo interpretó. Y cuando ya casi había perdido la esperanza, picaron a la puerta: era su enorme ramo de rosas rojas.

Esperadas vacaciones 

Este verano queremos una isla y aunque nos gustaría que fuera lo más lejos posible tal vez debamos ser un poco menos ambiciosos y quedarnos con algo más cercano. Por alguna razón, el ser humano tiende a mirar siempre a mirar un poco más lejos, supongo que será ese deseo de descubrir algo desconocido, algo diferente a lo que ya conoce y tiene más cerca. 

Pero en esta época también hemos aprendido a poner en valor lo que tenemos aquí al lado y este verano seguiremos apostando por el turismo de proximidad al igual que hicimos el año pasado cuando debido al virus apenas pudimos movernos aquí al lado.

Porque a nosotros nos encantan las playas y las islas, y España puede presumir de ambas cosas. De hecho, según tengo entendido, España es, año a año, el país de Europa con más Banderas Azules, un icono que acredita que la playa en cuestión ofrece el mejor nivel en servicios, cuidado de las instalaciones, calidad de agua y del propio arenal. Y cuando se hace una lista de la mejor playa del mundo siempre se cuela alguna de España.

Sea en el norte o en el sur, en el este o en el oeste, en toda la costa española podemos encontrar playas de leyenda. La Costa Brava presume de calas míticas, en la Comunidad Valenciana tenemos algunas de las más famosas de España. En Murcia está la Manga y Andalucía es una tierra de récords si hablamos de playas. Y al norte tal vez el agua esté más fría, pero el País Vasco, Cantabria, Asturias o Galicia cuentan con verdaderas maravillas.

Y si hablamos de islas, alguna de ellas pelea también por tener la mejor playa del mundo. Baleares y Canarias son populares a nivel mundial. Pero también tenemos algunas joyas menos conocidas que custodian enclaves asombrosos como el caso de las Cíes. Así que con esta pequeña guía de viaje playero que nos acabamos de sacar de la manga cómo vamos a pensar en irnos lejos a buscar una playa cuando tenemos tantas aquí mismo.

3 detalles para decorar la habitación de tu bebé de manera muy original

Decorar la habitación del bebé es una tarea muy agradable. Todos los padres lo hacen encantados porque quieren que su niño o niña crezca en una habitación en la que se sienta a gusto y que sea absolutamente única. Estas son algunas formas originales de decorar estos cuartos.

1- Los estores con fotos. Personalizar un estor con una bonita foto propia es posible y el resultado es una habitación única y muy especial. Muchos padres escogen una de las primeras fotografías de sus hijos para este tipo de estores.

Pero también está la opción de comprar estores con fotos que no son propias, como por ejemplo una foto de un personaje de dibujos animados o de un paisaje. Estos estores no restan personalidad a la habitación, ya que se escoge el motivo que realmente nos guste y nos llame y que nos parezca especial para la habitación del bebé.

2- Los vinilos para paredes. Los vinilos decorativos tienen una gran cantidad de ventajas. Una de las más importantes es que pueden pegarse y despegarse de las paredes sin dejar marca, siempre que no haya pasado demasiado tiempo. Esto hace que se trate de una decoración no permanente muy codiciada. 

Existen vinilos de todos los tamaños, de todos los colores y con todos los motivos. Pero resultan particularmente originales y llamativos los que ocupan una pared completa representando, por ejemplo un paisaje de cuento. Un bosque con hadas ocultas o tal vez con gnomos y enanos. O un mar lleno de peces como los de la famosa película. 

Estos vinilos decorativos de gran tamaño son algo complicados de colocar, pero el resultado es tan espectacular que merece la pena. Y si se prefiere, se puede optar por vinilos más pequeños salpicados por las diferentes paredes para darle un aire más cálido a las mismas y un aspecto más personalizado a la habitación.

3- Las lámparas personalizadas. Una bonita lámpara de mesilla con luz quita miedos para los bebés siempre es un detalle que merece la pena para la habitación de los más pequeños. Pero si además esta lámpara tiene su nombre, es un detalle personalizado con mucho gusto que estará perfecto. El nombre del niño en su lámpara y junto a la cama o a la cuna hará que su cuarto se vea todavía un poco más suyo.

Manos a la obra 

Ya hemos empezado a mirar pisos. La verdad es que llevo muchos meses pensando en el cambio de piso y tengo un poco de obsesión con el tema. Por eso es bueno que mi mujer esté más tranquila, nos sirve para afrontar este tema de una forma más adecuada. Y es que mi mujer y yo somos muy distintos: para algunas cosas es negativo, pero, para otras, ayuda. Por ejemplo, a la hora de mirar pisos nos fijamos en cosas distintas y eso ayuda a tener una idea más amplia de lo que hemos visto.

Por ejemplo, en este primer piso que hemos visto yo iba muy enfocado con el tema de la iluminación y el ruido, dos aspectos para mi decisivos porque trabajo en casa. Pero mi mujer es capaz de fijarse en otros detalles que para mí pasan de desapercibidos como la decoración: ella es capaz de fijarse hasta en las cintas para sujetar cortinas de las casas que vemos. Y entones luego lo ponemos todo en común y sacamos conclusiones.

Sucede lo mismo en nuestra casa actual. Yo soy un obsesivo de la luz natural. A nivel psicológico es muy importante para mí y por eso trato de potenciarlo al máximo. Y en eso influyen también mucho las cortinas que se eligen. Si las cortinas son suficientemente traslúcidas, tendrás ambientes bien iluminados, pero también hay que tener en cuenta que si dejan pasar demasiada luz tal vez no ofrezcan la intimidad adecuada. Por eso, hay que elegir bien el material con el que se confeccionan las cortinas.

De eso se encarga mi mujer. En nuestra casa actual, todas las habitaciones tienen cortinas cortadas por mi mujer. Ella se encarga de elegir el material y el estilo y hasta selecciona cintas para sujetar cortinas. Desde luego, es un trabajo que lleva tiempo, pero ella lo disfruta y la verdad es que tiene mano para estas cosas.

El hecho de cambiar de casa supone que va a tener que meterse otra vez con el tema de las cortinas porque no parece que vayamos a poder usar las de la antigua casa. Pero si es para mejorar seguro que encontramos la motivación para cambiar y ponernos otra vez manos a la obra con todo.

¿Cuál es la mejor forma contratar la salud dental?

La salud de la boca es fundamental. Una infección en una muela puede acarrear consecuencias muy graves, desde perder una pieza hasta daños en la salud. Tanto es así que hay estudios que están comenzando a relacionar ciertas enfermedades de carácter neurológico con las infecciones en la boca. Mantener la salud de nuestra boca es invertir en calidad de vida pero, hoy por hoy, la mayoría de las cosas que necesitamos de un dentista no están cubiertas por la Seguridad Social.

Nos quedan, por tanto, otras opciones para poder costear las visitas a las clínicas dentales. La primera y la más evidente, es pagar cada vez que acudimos a realizar algún tipo de consulta. Lo normal es tener que acudir, como mínimo, dos veces al año para las limpiezas dentales y las revisiones. Pero podemos tener que ir con más frecuencia si sufrimos de una caries, se daña un empaste o tenemos un problema de encías. Niños y personas en edad madura son las que más visitas realizan al año a su dentista.

Un problema en la boca puede acarrear muchas visitas al dentista y un desequilibrio serio en la economía familiar, por lo que muchas personas prefieren optar por un seguro dental. Estos seguros pueden cubrir al cien por cien algunas de las prestaciones de las clínicas dentales y aplicar un copago o un descuento en otras o aplicar siempre un copago mayor a cambio de cuotas más bajas.

Por ejemplo, encontramos en adeslas dental precios con seguro para un implante dental que parten de 1.434€, mientras que para los no asegurados el precio del tratamiento es de 2.014,30€. El ahorro es más que significativo y es solo un ejemplo de lo mucho que sale a cuenta el contratar un seguro de este tipo. Importantes son también los ahorros en tratamientos de corrección de la dentadura con correctores dentales invisibles y de última generación.

Las limpiezas de la boca, las revisiones, así como muchos tratamientos salen totalmente gratis y se dispone siempre de una lista de precios para poder saber de antemano cuánto nos va a costar lo que necesitamos hacer. De esta manera, tener una boca sana, cuidada y con todo lo que necesitamos no tiene por qué suponer un desembolso de dinero que dañe la economía familiar, ni siquiera cuando el problema llega de una forma inesperada.

NO ME GUSTA ESPERAR EN EL MÉDICO

Dentro de poco me parece que voy a tener que buscarme un dentista vigo porque me está saliendo mi segunda muela del juicio y por lo que parece no me está saliendo tan recta como me salió ya la primera muela. He de decir que tengo una buena dentadura pero también hay que decir que hace ya muchos años que no le hago ninguna visita a ningún dentista. No lo veía necesario, si no me dolía nada. Al resto de médicos tampoco voy si no me duele nada. He de decir que los médicos no es que me gusten demasiado, pero cuando es necesario hay que ir, pero mi experiencia en mi centro de salud no es buena porque siempre que voy me hacen esperar demasiado tiempo, mientras veo a un montón de médicos paseando y yendo a la cafetería a tomar cafés.

 

Al médico de cabecera, hace ya por lo menos más de diez años que no voy, y la última vez que fui fue porque me había lesionado una rodilla de gravedad y no me quedaba más remedio. Considero que los médicos ya están bastante estresados como para que tengan que atender también a las personas sanas que no necesitan ir al médico. Pero también puedo entender que hay gente más hipocondríaca que no es capaz de dejar de ir al médico por cualquier problemilla que tenga. Conozco a unos cuantos que son así, a la mínima ya están yendo al médico de cabecera. Menos mal que no tengo esa clase de problema porque de lo contrario me tendría que pasar un montón de horas esperando a que me llamasen para que me tocase mi turno. No sé si en el resto de centros de salud también hay que esperar tanto pero es que lo que pasa en el mío no me parece muy normal. Me parece que todo sería más efectivo si ponen médicos para las personas mayores que van todos los días y otros médicos para la gente más joven, así seguro que habría que esperar mucho menos tiempo de lo que tenemos que esperar hoy en día.

¿Cómo cocinar marisco congelado?

Los mariscos congelados pueden estar absolutamente deliciosos si se cocinan correctamente. El problema es que, mucha gente, no sabe cómo deben de cocinar estos mariscos. Incluso no saben si deben o no de descongelarlos previamente.

La mayoría de los cocineros están de acuerdo en que el marisco congelado hay que descongelarlo antes de su cocción. Esto es muy importante, ya que de otro modo el sabor de la carne quedaría alterado perdiendo gran parte de su intensidad. Para conseguir un proceso de descongelado perfecto, este tiene que ser muy gradual, preferiblemente en el interior de la nevera, dejándolo desde el día antes para que quede perfecto.

Mientras que el marisco vivo se echa en el agua fría para cocer, cuando está descongelado hay que ponerlo en la olla cuando ya está hirviendo el agua. Y esta debe de haber sido salada con sal gruesa, consiguiendo un efecto similar al agua de mar.

El tiempo de cocción también es fundamental, ya que un marisco cocido en exceso no va a estar sabroso. Las gambas y camarones de pequeño tamaño se echan en el agua hirviendo y se sacan inmediatamente al volver a hervir. Si el tamaño es algo mayor, pueden dejarse entre un minuto y un minuto y medio cociendo. Para los langostinos o nécoras de mayor tamaño puede llegarse hasta los cinco minutos.

El resto de piezas se cocerán en función de su peso, midiendo los minutos a partir del hervor: por el primer medio kilo se contabilizan diez minutos y se añade un minuto más por cada cien gramos extras.

Muchos recomiendan que al sacarlos del fuego se pongan en una bandeja con hielo y sal, ya que la carne queda más dura y sabrosa y se desprenderá de la cáscara. Además, tomará parte de la sal y soltará el agua que pueda tener acumulada de la cocción.

Si se siguen estos pasos, el marisco congelado estará tan bueno como el fresco y se disfrutará en la mesa con auténtica pasión. No es difícil cocinar bien el marisco, pero sí hay que tener en cuenta los tiempos y respetarlos para conseguir la mejor textura de la carne y ese gusto único a mar que lo hace tan deseado en las mejores mesas.

La presentación del marisco también es muy importante, ya que no se debe de olvidar que la vista es un sentido básico a la hora de degustar un buen plato.