¿Puedo sustituir la leche normal por leche sin lactosa?

Esta pregunta se la hacen muchas personas que quieren preparar una receta, pero saben que va a haber una persona intolerante a la mesa y quieren que pueda disfrutar de la misma. ¿Cuajará mi flan si en lugar de leche normal pongo asturiana sin lactosa? ¿Se modificará el sabor de la crema pastelera? Respondemos a estas preguntas.

La leche sin lactosa no es más que leche normal a la que se ha añadido lactasa. La lactasa es una enzima digestiva que todos producimos, o deberíamos de producir en nuestro intestino. Pero los intolerantes no la tienen en la misma proporción que el resto. El problema es que esta enzima tiene como misión descomponer la lactosa de la leche, convirtiéndola en otros azúcares más sencillos de digerir.

Al añadir lactasa, esta enzima elaborada en laboratorio, a la leche, nos encontramos con un producto que ya no contiene lactosa, sino que esta se ha descompuesto ya en otros azúcares digeribles. Se realiza, por tanto, el trabajo que normalmente se lleva a cabo en el intestino, pero fuera del mismo, antes del envasado de la leche.

La leche sin lactosa tiene las mismas propiedades que la leche común y los mismos usos, con algunas pequeñas excepciones. Por ejemplo, no es recomendable para hacer kefir, ya que el hongo del kefir se alimenta sobre todo de la lactosa de la leche y cuando se hace con leche deslactosada pierde propiedades e incluso puede llegar a morir.

Por tanto, si vas a hacer flan, cremas o cualquier otro preparado con esta leche, la textura será la misma con leche con o sin lactosa. Lo único que tendrás que ver es si usas leche desnatada, en cuyo caso podría variar la textura, algo que también ocurre con la leche con lactosa desnatada.

En el caso del sabor, no debería de verse alterado en absoluto. Pero es cierto que en el mercado hay marcas, sobre todo marcas blancas, que saben mucho más dulzonas. Esto es porque conseguir saber la cantidad justa de lactasa para que la leche quede apta para intolerantes, pero no se altere su sabor no es una tarea fácil. Pero si hablamos de marcas como la asturiana antes mencionada, no tenemos que preocuparnos de nada porque su sabor es exactamente el mismo y no va a influir en absoluto en el preparado final que realicemos con esta leche.