¿Cómo cocinar marisco congelado?

Los mariscos congelados pueden estar absolutamente deliciosos si se cocinan correctamente. El problema es que, mucha gente, no sabe cómo deben de cocinar estos mariscos. Incluso no saben si deben o no de descongelarlos previamente.

La mayoría de los cocineros están de acuerdo en que el marisco congelado hay que descongelarlo antes de su cocción. Esto es muy importante, ya que de otro modo el sabor de la carne quedaría alterado perdiendo gran parte de su intensidad. Para conseguir un proceso de descongelado perfecto, este tiene que ser muy gradual, preferiblemente en el interior de la nevera, dejándolo desde el día antes para que quede perfecto.

Mientras que el marisco vivo se echa en el agua fría para cocer, cuando está descongelado hay que ponerlo en la olla cuando ya está hirviendo el agua. Y esta debe de haber sido salada con sal gruesa, consiguiendo un efecto similar al agua de mar.

El tiempo de cocción también es fundamental, ya que un marisco cocido en exceso no va a estar sabroso. Las gambas y camarones de pequeño tamaño se echan en el agua hirviendo y se sacan inmediatamente al volver a hervir. Si el tamaño es algo mayor, pueden dejarse entre un minuto y un minuto y medio cociendo. Para los langostinos o nécoras de mayor tamaño puede llegarse hasta los cinco minutos.

El resto de piezas se cocerán en función de su peso, midiendo los minutos a partir del hervor: por el primer medio kilo se contabilizan diez minutos y se añade un minuto más por cada cien gramos extras.

Muchos recomiendan que al sacarlos del fuego se pongan en una bandeja con hielo y sal, ya que la carne queda más dura y sabrosa y se desprenderá de la cáscara. Además, tomará parte de la sal y soltará el agua que pueda tener acumulada de la cocción.

Si se siguen estos pasos, el marisco congelado estará tan bueno como el fresco y se disfrutará en la mesa con auténtica pasión. No es difícil cocinar bien el marisco, pero sí hay que tener en cuenta los tiempos y respetarlos para conseguir la mejor textura de la carne y ese gusto único a mar que lo hace tan deseado en las mejores mesas.

La presentación del marisco también es muy importante, ya que no se debe de olvidar que la vista es un sentido básico a la hora de degustar un buen plato.