Cómo congelar pimientos

La falta de tiempo en nuestro estándar de vida diario resulta en nuestra incapacidad para seguir comprando al día en muchas ocasiones. Pero ¿por qué prescindir de alimentos frescos? En el siguiente artículo queremos explicarte una de las técnicas más útiles para la conservación de los alimentos, especialmente en temporada. Hablamos de congelar alimentos, una forma perfecta de conservar el sabor, la textura y las propiedades de cualquier tipo de alimento.

 

Sin duda los pimientos congelados para hosteleria es facilitar el día para el hostelero, ya que en caso de no disponer de pimientos frescos siempre los podrá usar congelados.

 

¿Desea saber más? Así que no dejes de leer las siguientes líneas. Hemos recopilado los mejores consejos para que aprendas a congelar pimientos morrones, una verdura que puedes agregar a muchos platos y guisos para agregar sabor, vitaminas y múltiples nutrientes sin cambiar su textura o propiedades. ¡Nota!

 

Pasos a seguir:

  • Para empezar, debes trabajar con pimientos frescos y maduros, ya sean rojos o verdes, es decir, deben ser más oscuros y tener una textura firme. Si encuentra que el pimiento tiene un color apagado, se ha ablandado o está dañado, no es una buena idea congelarlo.

 

La mejor forma de conservar un pimiento con todas sus propiedades y dejarlo igual es congelarlo fresco. En caso de que no puedas congelarlos inmediatamente después de comprarlos, te recomendamos guardarlos en el frigorífico, pero no recomendamos pasar más de un día sin congelarlos.

 

  • Después de elegir los pimientos, límpielos cuidadosamente y enjuáguelos con agua fría o tibia. Es importante que los frotes bien para eliminar la suciedad o la mugre. Finalmente, sécalos completamente con papel de cocina.

 

  • Para congelar los pimientos, es importante quitarles los tallos y las semillas que se encuentran en su interior. La limpieza es mucho más fácil si cortas los pimientos por la mitad con un cuchillo afilado y levantas lentamente el tallo para quitar la mayoría de las semillas. Para asegurarse de que esté 100% libre de semillas, vuelva a pasar las dos mitades del pimiento por el agua.

 

  • Hay gente que corta los pimientos por la mitad, eso no es problema. No obstante, te recomendamos cortarlo antes de congelarlo en trozos pequeños, del tamaño que quieras o de la forma en que lo utilices habitualmente para cocinar: en tiras, en cuadrados, en aros … Así estará listo el descongelador para el día de preparar tus guisos de la manera que los necesitas.

 

  • Si desea cocinar los pimientos después de congelar, le recomendamos que los blanquee antes de congelar. Con este procedimiento, eliminas las bacterias que pueden destruir o reducir el sabor, textura, color o nutrientes de las verduras, y ayudarás a mantener y mantener la condición de los pimientos por más tiempo. En caso de que quieras utilizar los pimientos crudos, puedes pasar directamente a los habituales congelados.

 

  • Escaldar los pimientos es fácil. Todo lo que tiene que hacer es hervir una olla con 2/3 de agua, que deberá reemplazar si el agua se agota al escaldarla. Mientras el agua se calienta, prepare un recipiente con agua helada. Cuando empiece a hervir, debes remojar los pimientos brevemente (unos 3 minutos).

 

Pasado este tiempo, transfiera rápidamente los pimientos del agua hirviendo al recipiente con agua helada. Este paso te permitirá bajar la temperatura de los pimientos y detener el proceso de cocción. El tiempo que los pimientos permanezcan en el agua helada también debe ser corto. Déjelos enfriar durante unos 3 minutos. Luego escurre hasta que esté completamente seco.

 

  • ¡Al congelador! Después de blanquear, es hora de guardar los pimientos para futuras recetas. Coloca los pimientos escaldados en una bandeja sin tocarlos para que no se peguen y no se puedan separar más tarde. Ponlos en el congelador y déjalos reposar por completo, lo que puede tardar unas horas si los trozos o mitades son grandes. En caso de que los corte en trozos muy pequeños, puede omitir el paso de congelación y ponerlos en una bolsa para congelarlos de inmediato.

 

  • Pasadas las dos horas, puedes poner los pimientos congelados en bolsas o recipientes especiales para congelarlos para que estén mejor conservados y almacenados. Recuerda, no es recomendable guardarlos en envases de vidrio ya que podrían romperse en el congelador. Idealmente, use bolsas selladas al vacío.

 

  • ¡Listo! Este método le permite congelar pimientos y usarlos más tarde para agregar sabor, color y nutrientes a sus platos y guisos favoritos. No renuncies a disfrutar de un buen pimiento fresco, aunque haya pasado un tiempo desde que lo compraste. ¿Te atreves?