El baño, una reforma importante

La reforma del baño es la segunda obra más importante del hogar tras la de la cocina. Normalmente, son las dos estancias en las que más se invierte porque una vez que se reforman, se hace a fondo. Si se quiere cambiar el cuarto de baño, lo normal es que sea una reforma integral en la que los especialistas en reformas de baños vigo empiezan por tirar todo lo que hay en la estancia, incluso los alicatados y suelos. Una vez que la habitación está totalmente desmantelada, comienza a decorar desde cero.

Esto permite realizar cambios, como mover el lavabo o la bañera de sitio. El WC también puede moverse, aunque suele ser algo más complicado debido a que hay que contar con el punto de conexión para el desagüe. Es importante realizar un buen diseño del baño para que se pueda aprovechar bien el espacio y dar el máximo de comodidad para toda la familia.

Antes de comenzar las obras, se debe de tener claro qué es lo que se quiere y solicitar varios presupuestos. Es importante solicitar un presupuesto que separe lo que es mano de obra de los materiales para saber exactamente dónde están las diferencias entre una empresa y otra. Una vez elegidos a los profesionales, hay que marcar claramente la fecha de inicio y la de finalización. Esta debe de constar en el contrato.

Si vas a cambiar el baño, aprovecha para renovar las tuberías de la casa, al menos todas las que sea posible cambiar. Escoge materiales de buena calidad para este fin y así te evitarás muchos problemas en el futuro.

Si tienes tiempo, visita lugares de material de construcción y elige tú los suelos y alicatados que quieres, así como las piezas para tu baño. Una vez elegido todo, puedes mostrárselo al constructor antes de cerrar la compra a fin de que te dé su consejo profesional. Algunos constructores pueden ofrecerse a comprar los materiales consiguiendo mejores precios, pero la mayoría no ponen problema si compras por tu cuenta.

Asegúrate de que todo queda perfectamente antes de acabar de abonar las facturas. Lo habitual es dar un pago inicial, otro a mitad de obra y otro al finalizar la misma. Así, siempre tendremos la seguridad de que van a continuar con el trabajo con el mismo interés con el que lo han comenzado y no nos dejarán a medias para acudir a otras obras.