La alopecia adopta multitud de formas (difusa, cicatricial, androgénica, etcétera) y una de las más extendidas es el efluvio telógeno. Es un trastorno temporal o crónico por el cual se produce la caída de una cantidad significativa de pelo, cuando este pasa a una etapa de reposo o telógena, la última del ciclo de vida del folículo. Para su diagnóstico y tratamiento, debe acudirse a cualquier dermatólogo especialista en tratamientos pelo en Vigo.
Dependiendo de su persistencia, el efluvio telógeno se divide en dos clases: el agudo, que implica una caída explosiva en cabello en un corto periodo de tiempo; y la crónica, donde la pérdida de masa capilar se prolonga durante más de seis meses.
Respecto a sus causas, esta alteración capilar se produce a menudo por el déficit de hierro, vitamina B7 y otros nutrientes primordiales. Estas carencias influyen negativamente en la oxigenación del folículo, que se debilita y tienda de caerse. Por este motivo, los dermatólogos advierten contra las dietas restrictivas con fines de adelgazamiento, capaces de inducir este problema.
Los cambios hormonales también están en el origen del efluvio telógeno, sobre todo entre mujeres. La menopausia, la lactancia y otras etapas pueden generar alteraciones hormonales que impacten negativamente sobre el ciclo de crecimiento capilar.
Por otra parte, este tipo de alopecia se asocia también con el estrés continuado o crónico. Los estudios demuestran que los episodios de estrés pueden trasladar a la fase telógena a un alto porcentaje del cabello. En este caso, aliviar el estrés permite combatir de raíz el problema.
El consumo de ciertos medicamentos es otra causa subyacente de efluvio telógeno. En particular, son los fármacos destinados a combatir el colesterol y la hipertensión los que más interfieren en la salud del pelo. Otros factores que pueden estar detrás de este trastorno son las infecciones y las cirugías recientes.