Rejuvenece tus senos gracias a la técnica de mastopexia

La mastopexia es una técnica de cirugía estética que consiste en elevar los senos que se han descolgado. Se consigue recolocar el pecho en su lugar natural y, de paso, también se le puede dar forma en caso de que las mamas estén vacías, rellenándolas con una prótesis. O reduciendo el pecho si el tamaño es excesivo.

Se consigue así una imagen mucho más rejuvenecida del pecho y mucho más equilibrada respecto al cuerpo. Es un tipo de intervención que solicitan muchas mujeres tras la maternidad y la lactancia, cuando ven que sus pechos cambian. También es frecuente en mujeres que pierden mucho peso, ya que cuando esto sucede es frecuente que los senos se vacíen y se caigan. 

Otras veces, tan solo se trata de compensar el paso de los años, especialmente en mujeres con bastante pecho, ya que en ellos actúa con más intensidad la fuerza de gravedad. Este tipo de operación tiene un gran impacto sobre la imagen de la mujer y eleva mucho su autoestima.

En los últimos años este tipo de operaciones se han vuelto más frecuentes debido a dos factores muy importantes. Por un lado, la operación tiene menos riesgo ahora. Esto es así porque es posible realizarla de manera ambulatoria, con sedaciones y con anestesias más suaves que permiten que el paciente se vaya a casa en el mismo día sin tener que pasar la noche en el hospital.

Precisamente, el pasar menos tiempo en el hospital es lo que hace que la operación sea ahora más barata, lo que también la ha hecho más popular. Las financiaciones tan sencillas a las que es posible acogerse en este momento hacen que muchas mujeres den el paso y lo que antes era una intervención solo al alcance de unas pocas, ahora es una elección al alcance de la gran mayoría.

Las cicatrices de la intervención van a depender del tipo de operación que se realice. Pero siempre van a ser las menos posibles. La reducción mamaria es la intervención que puede dejar más marcas, pero hoy se ha conseguido que estas sean tan finas y queden tan bien disimuladas que en poco tiempo curen y las cicatrices sean tan reducidas que prácticamente no se notan. En ningún caso se ven con la ropa, ni siquiera con prendas escotadas e incluso con el bikini son invisibles. Por eso, merece la pena el paso por quirófano.

Mi embarazo

Mi marido siempre ha dicho que el embarazo fue una de las épocas más felices de su vida. Habíamos escuchado de todo tanto de amigos como de familiares con más “experiencia”, pero lo nuestro fue muy bien, salvo algunos pequeños problemillas… Me considero una persona con bastante sentido común y con mucha paciencia. La mayoría de la gente que me conoce resalta esa virtud: “no entendemos como eres capaz de mantener la calma en las situaciones más tensas”. Es mi forma de ser, siempre he sido así.

Y con el embarazo, a pesar de todo lo que supone, tampoco perdí la calma… la mayoría del tiempo. Debo decir que me quedé embarazada con 39 años… e iba ser mi primer hijo. Sería muy largo de explicar las razones por las cuales no me quedé embarazada antes, pero podría resumirlo de forma muy sencilla: hasta ese momento no me apeteció ser madre.

Ya había escuchado los riesgos de ser mamá por encima de los 35 o de los 40, pero asumimos, mi marido y yo, lo que podía venir. A pesar de todo, no puedo negar que sentí cierto miedo en algún momento. Una amiga cercana que también había estado embarazada a mi edad tuvo muchos problemas. Además, yo tengo algunos antecedentes familiares con enfermedades graves así que decidimos hacer el DGP.

Son las siglas de Diagnóstico Genético Preimplantacional y trata de detectar alteraciones genéticas. Cuando acudimos a la clínica para informarnos nos explicaron que por nuestro historial entrabamos dentro de las parejas a las que se les recomienda este análisis. También nos comentaron que está preparado para detectar más de 300 enfermedades. Sabíamos a lo que nos exponíamos y decidimos que preferíamos tener un embarazo más “tranquilo” mediante la DGP. Todo fue bien, nos dieron los resultados y seguimos adelante.

Después de aquello todo fue rápido y sereno. Mi parto fue natural y sin problemas. Mi marido, creo, fue el que más lo sufrió porque, como muchos padres, no saben muy bien qué hacer en ese momento. Yo le dije: “no te preocupes, a partir de ahora vas a tener muuuchas cosas que hacer…”.

El cuerpo que realmente deseaba

La primera vez que visité al cirujano de la clínica que luego me operó me dijo una frase que me dio mucho que pensar: “las cosas que más deseamos son aquellas que fingimos no necesitar”. En un principio no me hizo mucha gracias ya que estábamos hablando de las opciones que tenía para conseguir una figura más satisfactoria. Pero en aquel momento todavía estaba bastante dudosa y con cierto reparo a someterme a una operación de cirugía estética.

Pero una semana después lo vi de otra manera. Aquella frase llevada al contexto que me ocupaba a mí me animaba a quitarme los prejuicios y buscar el cuerpo deseado. Sabía, por experiencia, que con dieta y ejercicio físico no sería suficiente. Necesitaba esa ayuda extra que solo podría conseguir mediante una operación. Pero aún hoy muchas personas, como yo antes, ven la cirugía como rebajarse, como una derrota y no es así si uno se convence de sus beneficios.

Por eso, cuando volví a reunirme en la clínica de Liposuccion Pontevedra lo primero que le dije al cirujano fue: “ya no finjo no necesitar lo que deseo”. Quería verme en el espejo y sentir satisfacción, salir a la calle y notar que otras personas se fijan en mí por mi aspecto, entrar decidida en una reunión de trabajo… o en el mismo supermercado. ¿Para qué negar que el aspecto físico es muy importante en la autoestima si no es de otra manera?

Realmente yo admiro a todas esas personas que no les importa estar de una manera u otra, que se sienten bien con 20 kilos de más o con un busto minúsculo. Pero yo no soy así: no tengo tanta autoestima, soy más realista, o lo que sea: necesito un cuerpo con el que sentirme bien.

Cuando definitivamente puse fecha para mi operación en la clínica Liposuccion Pontevedra me sentí un poco nerviosa, pero a la vez confiada porque sabía que estaba haciendo lo correcto. Me quité los prejuicios, modelé mi cuerpo y cuando pasaron unas semanas me miré entusiasmada al espejo. Conocerse a sí misma es el primer paso hacia la felicidad.

Implantes mamarios, las modas han cambiado

Al igual que cambian las modas en el vestir también cambian los patrones estéticos sobre las personas. Se varían los peinados y hasta la manera de maquillarse. Las melenas cortadas en capas y con aspecto rebelde de los ochenta nos parecían toda una aberración hace diez años cuando se llevaba el pelo planchado totalmente pero ahora vuelven a estar de moda y en nada nos volveremos a adaptar a verlas.

En lo que se refiere al aspecto corporal de las personas también se producen cambios en la forma en la que entendemos lo que es bonito o está de moda. A lo largo de la historia estos cambios se han visto reflejados sobre todo en la pintura en la escultura, con los diferentes cánones de belleza. Pero si antes los gustos podían variar midiéndose en siglos, ahora que todo transcurre con tanta rapidez puede llegar a modificarse en pocas décadas.

En los años ochenta, noventa e incluso a principios de este siglo, cuando una mujer acudía para realizarse un aumento de pecho en Vigo lo habitual era que solicitara implantes de gran tamaño y con formas redondeadas. El tipo de implantes que se popularizaron en muchas mujeres famosas, voluptuosos y muy llamativos.

Hoy, las mujeres que solicitan implantes mamarios ya no piden, en su mayoría, una talla excesivamente exagerada y dan preferencia, además, a los implantes con formas mucho más naturales. Los resultados son muy buenos ya que en muchos casos es imposible detectar a simple vista qué pecho está operado y cuál es natural.

Los pechos con aspecto muy natural y con un tamaño ajustado al cuerpo de la mujer, son la tendencia en las clínicas estéticas y son muchas las que habiéndose operado hace años, acuden ahora a retirar sus antiguos implantes para colocarse las nuevas alternativas. Además, las intervenciones actuales son mucho menos agresivas con el pecho, dejan menos cicatrices y son más rápidas.

Estos implantes mucho más naturales han animado a un sector de mujeres, que jamás se habrían planteado operarse, a pasar por el quirófano. Hablamos, por ejemplo, de chicas que no quieren aumentar el pecho, sino darle una forma más bonita tras haber sufrido los cambios típicos de la maternidad o tras haber perdido mucho peso de una forma brusca, causando que sus pechos se caigan o pierdan excesiva grasa quedando mucha piel sobrante. A veces, un simple implante es suficiente para dar un buen aspecto a estos pechos, aunque también hay casos en los que hay que recurrir a las reconstrucciones.

HACEN CUALQUIER COSA POR MEJORAR

Todos queremos tener un buen cuerpo, sobre todo en estos meses de verano en los cuales vamos más a la playa y nos ponemos menos ropa que durante el resto del año, queremos que el resto nos vea bien, pero cada uno tiene que conformarse con el cuerpo que le ha tocado, aunque algunos no están conformes con los suyos, se ven gordos a sus propios ojos por lo que les acompleja y muchos de ellos deciden hacerse una liposucción para encontrarse mejor, la liposucción con anestesia local está cada vez más extendida, ya que la anestesia local es menos peligrosa que la anestesia general.

 

Pero las liposucciones son un último recurso para los que no ven otra salida para mejorar sus cuerpos, lo que necesita esta gente es un poco de autoestima y fuerza de voluntad para poder llegar a mejorar sus cuerpos. No vale de nada que se maten en un gimnasio o a correr por la calle si después se meten un atracón cuando llega la hora de comer o de cenar, a la gente le falta un poco de confianza en sí misma para poder lograr sus metas, lo veo en el gimnasio a diario, muchos se piensan que con ir un par de días y sudar un poco ya les llega para poder mejorar sus figuras pero se equivocan, para poder mejorar hay que esforzarse cada día, y no solamente en el gimnasio sino que también hay que tener en cuenta la alimentación, llevar una alimentación que complemente el ejercicio físico es esencial, y ahí es donde casi todo el mundo falla, ya que creen que solo por hacer un  poco más de ejercicio físico pueden comer lo que se les antoje.

 

Las mujeres eran en general las que más se preocupaban por su figura y así sigue siendo, pero cada vez más hombres se preocupan en tener una figura lo más definida y moldeada que les sea posible, cuando vas a la playa puedes verlos como se pasean por la playa únicamente para que los vean los demás, debería de darles un poco de vergüenza.

¿Cómo acabar con los depósitos grasos localizados?

Los depósitos grasos localizados se refieren a esas zonas rebeldes en las que se acumula la grasa y que no parece querer irse por mucho que se haga para conseguirlo. Los muslos, la barriga, la zona de las rodillas o la papada son algunas de las áreas en las que la grasa puede agarrarse incluso en personas con una constitución física delgada.

Pero ¿qué hacer para eliminar esta grasa? Hay varias soluciones que vienen de mano de la estética. Una de ellas son los masajes linfáticos que contribuyen a eliminar grasa y a que esta se vaya a través del sistema linfático. Para que estos sean todavía más efectivos se puede recurrir a técnicas de medicina estética más avanzadas en las que mediante infiltraciones en la zona en la que está la grasa, se puede conseguir que esta se desprenda y se elimine.

Pero hay casos muy rebeldes para los que estos métodos parecen no ser suficientes. Toca entonces recurrir a la liposucción. Actualmente, la liposucción es una técnica muy sencilla, prácticamente sin riesgos y para la que ni tan siquiera se utiliza anestesia general en la mayor parte de los casos.

Anestesia local y una sedación para que el paciente se relaje y no se entere de nada de lo que ocurre es más que suficiente. Incluso pueden tratarse varias zonas en una misma intervención para acabar con dos o tres áreas rebeldes a un mismo tiempo.

A partir de ahí, el médico realiza unos pequeños cortes en zonas en las que la cicatriz quedará fácilmente oculta e introducirá por ahí una cánula con la que aspirará el tejido graso que se quiere eliminar. Tras la intervención, el paciente se va para casa en solo unas horas y con unas sencillas recomendaciones que debe de seguir.

La liposucción es la técnica más definitiva de eliminación de grasa localizada, ya que al aspirar todo el tejido graso se evita que vuelva a acumularse la grasa en esa área tal y como estaba sucediendo. Esto no quiere decir que el paciente no pueda engordar, solo que no sufrirá de la acumulación de tejido adiposo en la zona tratada.

Tras la liposucción el paciente puede realizarse masajes para ayudarle a drenar bien la zona tratada y en pocas semanas verá cuál es el resultado definitivo de la intervención. Esto es un cuerpo mucho más armonioso, sin zonas rebeldes y con el que podrá sentirse mucho más a gusto.